Croissants, refrescos, helados… el catálogo de realfooding no para de crecer con productos que poco tienen que ver con la comida real y mucho menos con lo que en su momento se supone que defendía Carlos Ríos. Pero, visto que todo cuela, parece que han decidido que ya no hace falta disimular.
Nuestra broma recurrente de la Comtessa realfood se está quedando pequeña, así que subimos la apuesta: una hamburguesa realfood en colaboración con alguna gran cadena. Al tiempo.
De momento, la transformación del movimiento realfooding en una religión sigue por buen camino. Ya hemos comentado otras veces que esto es ya más una cuestión de fe y fidelidad al líder. La nutrición, la ciencia y todo aquello hace tiempo que quedó olvidado. ¿Y qué necesita toda religión? Exacto, un milagro.
Eso es justo lo que ocurrió hace poco, coincidiendo con la presentación de un helado de cacao de la marca de Ríos. Un producto que necesitó menos de media hora para pasar de ser un malísimo ultraprocesado a un buen procesado. ¡Aleluya! ¡Demos gracias a Carlos Ríos por obrar este milagro!
Ya no son ultraprocesados. (Según su app) pic.twitter.com/lESoNHGTRu
— sinAzucar.org (@SinAzucarOrg) May 18, 2022
En realidad, como suele pasar con los milagros, tiene truco. Y es que es la propia aplicación del movimiento realfooding (MyRealFood) la que obró esta transformación. Inicialmente, el helado aparecía identificado como un ultraprocesado, pero en cuestión de minutos la valoración cambió.
Le pillaron -el chiste no es mío- con el carrito del helado, pero la verdad es que da igual. Hemos llegado a un punto en el que esta empresa ha demostrado encontrar la fórmula perfecta para tratar a sus seguidores como idiotas y que no pase absolutamente nada.
Por cierto, si te apetece un helado o un croissant, adelante. Compra el mejor artesano que puedas permitirte en tu heladería o panadería de confianza y disfrútalo. Será igual de saludable o poco saludable que el de Ríos, pero al menos no te estarán tomando el pelo.
Si el organismo que regula el mercado lo tiene a bien…
De verdad que alucino con la falta de rigor informativo de este artículo. Por supuesto que los productos realfooding son buenos procesados y ni se acercan a las mierdas que llevan demás helados, bollerías, etc.. Para mi está haciendo y mucho, facilitando a toda esa gente que no tiene tanto tiempo para cocinar y acaba dándole un Bollicao a su hijo, por ejemplo.
Nos envenenan, contra la industria es contra hay quién ir, y no contra Carlos Ríos, que de lo único de lo que es culpable es de intentar ayudar a la gente a abrir los ojos. Todos sus argumentos los abala la ciencia.
Aunque yo también creo que en este caso se trata de un buen procesado, estoy convencido que otras marcas no gozan de la misma rapidez en corregir errores. Deberían tener más cuidado porque estas acciones no le hacen ningún favor ni a la marca ni al movimiento Realfooding en sí.
En estos casos hay que tener mucho cuidado sobre todo con los que tenemos alguna intolerancia como es mi caso. Está claro que estos errores restan credibilidad a la marca y al Realfooding, pueden llegar a causar problemas graves al consumidor. En todo caso resolverlo con agilidad y pedir perdón a tiempo nunca está de más.