
Con la llegada del otoño comienza la temporada de setas. Y con ellas uno de los grandes clásicos a la hora de usar este producto: el risotto. Un plato fácil de preparar y que admite mil versiones, porque dependiendo de la época del año podemos usar ingredientes frescos de temporada.
Aunque es de esas recetas que puede asustar un poco, en realidad no tiene grandes misterios. Puede que a la primera no nos quede el risotto perfecto ni nos den el pasaporte italiano, pero seguro que queda igualmente rico, y con un poco de práctica y siguiendo estas instrucciones se le acaba cogiendo el punto.
De entrada, repasar estos trucos de hace ya un tiempo puede ser un buen comienzo para nuestro master risottero.
Ingredientes
- 1 cebolla grande
- 100 gr. de setas Shitake
- 150 gr. de setas rossinyol
- 150 gr. de champiñones
- 2 dientes de ajo
- 250 gr. de arroz arborio o carnaroli (podemos usar bomba si no encontramos)
- 100 ml. de vino blanco
- 800 ml. de caldo de carne o de verdura
- 100 gr. de queso parmesano
- Cebollino (opcional)
1. Empezaremos por preparar los ingredientes. Picamos la cebolla, el ajo y el cebollino. Troceamos los champiñones en trocitos muy pequeños, las setas Shitake y rossinyol las troceamos un poco más grandes, incluso las más pequeñas podemos dejarlas enteras. Para esta receta podríamos usar cualquier otro tipo de seta según lo que encontremos y los precios de cada variedad. Seguro que hay puristas que aseguran que sólo se puede hacer con tal o con cual, pero ya sabemos lo que opinamos por aquí de los puristas culinarios.
2. Pochamos la cebolla en una cazuela o sartén honda.
3. Cuando la cebolla esté lista, añadimos el ajo, el cebollino y las setas, y sofreímos unos 8-10 minutos. Salpimentamos teniendo en cuenta la cantidad de sal que lleve el caldo que añadiremos después.
4. Es el momento de añadir el arroz a la cazuela o sartén -nosotros preferimos la segunda opción- y mezclarlo con el sofrito un par de minutos. A continuación añadimos también el vino blanco y removemos hasta que el arroz lo absorba por completo.
5. Cuando ya no quede resto del vino, echamos la mitad del caldo, que tendrá que estar caliente, y dejamos que lo vaya absorbiendo, removiendo cada poco tiempo. Cuando quede poco caldo, vamos añadiendo un poco más. Cuando el arroz lo absorba, volvemos a añadir y en unos 20-25 minutos estará en su punto.
6. Rallamos el queso parmesano que añadiremos al arroz cuando ya esté prácticamente hecho. Si queremos, en este punto también podemos echar un trozo de mantequilla, aunque nosotros no la hemos usado y ha quedado igualmente cremoso. Removemos todo junto unos minutos más sin que se nos pase el arroz. Y listo para servir.
El risotto esta buenísimo, y si además lo emplatamos con ayuda de uno de esos moldes que encontramos en cualquier bazar, nos va a quedar un plato de lo más aparente. Una manera de disfrutar de la temporada de setas y perderle el miedo al risotto.
Bien por esta receta de risotto sin nata líquida. Un risotto no lleva nata.
Si se ve muy rico y mas a bulma, quien en la cocina destaca muy bien ya que ese arroz se ve sabroso, listo para comerlo todo xxx, junto con algo extra de picante, aunque creo que que seria mejor si la comida esta caliente x
Dutasteride Avidart Prescription Sildenafil Citrate cialis 5mg best price Vigra Soft