Parecen naranjas en miniatura y, en realidad, el kumquat también se conoce como naranja enana. Es uno de los muchos nombre (naranja china, fortunella…) de este pequeño y colorido fruto que todavía no es muy habitual en nuestras fruterías y mesas pero que se empieza a ver. También como arbusto muy resultón para soñar que en nuestro pequeño balcón tenemos un naranjo bien cargado.
Nos saltaremos la clásica lista de beneficios de esta fruta que estamos convencidos también es -o será- superfood de esas. La verdad es que nos interesa más descubrir a qué sabe y qué hacer con ella.
Y un reciente cargamento de kumquat que nos llegó desde Granada -en tiendadefruta.com la cultivan y venden- nos permitió probarlo y animarnos a preparar una mermelada con él.
¿Se puede comer crudo? Claro. De hecho se come entero, cáscara incluida que, curiosamente, es su parte más rica, porque el interior es realmente muy amargo. Para darle un toque cítrico muy potente a una ensalada también es un buen ingrediente, aunque dado ese amargor hay que usarlo con moderación o bien quitar el interior blanco.
Si tenemos en cantidad y lo de crudo no acaba de convencer, una mermelada es una gran solución. Prepararla en muy sencillo. Para medio kilo de kumquat usaremos 200 gramos de zumo de naranja natural y uno 75 o 100 gramos de azúcar. Es poca, cierto, pero la idea es respetar ese punto amargo que en formato mermelada sienta muy bien.
Lavamos bien el kumquat, lo partimos y a la cazuela junto con el zumo y el azúcar. En unos 45 minutos a fuego muy suave estará listo. Lo sabremos cuando tenga una textura blanda, de compota, suficiente para que, aplastando con un tenedor, tengamos una mermelada gruesa.
También podemos triturar con batidora o robot de cocina si queremos una textura más fina. O usar el robot, claro, para preparar toda la receta de la misma manera que cualquier otra mermelada y con la ventaja de que la cocción y el triturado lo hacemos en el mismo recipiente.
Un truco para rebajar un poco el amargor es descartar el interior de la mitad de los kumquat que utilicemos. En cualquier caso, habrá que eliminar bien las numerosas pepitas interiores de esta fruta.
De hecho, este será el trabajo más laborioso de esta receta facilísima que nos permitirá tener provisiones de mermelada para unas cuantas semanas.