Con estos calores sólo apetece comer cosas refrescantes e hidratantes. Y la receta de hoy, además de estar muy rica, cumple con estas dos condiciones veraniegas. Además, ahora que ya somos casi unos expertos en tema de helados, toca animarse y hacerlos también en casa.
Aunque pueda sonar complicado lo de hacer helado, ésta es una de las recetas más sencillas que hemos hecho nunca. Sólo necesitamos tres ingredientes, un congelador y una batidora o robot de cocina. A medio camino entre un sorbete y un helado, en apenas 5 minutos -congelando antes los ingredientes, claro- conseguiremos un postre refrescante, delicioso y muy saludable.
Y para los que se animen a subir el listón, os proponemos una sopa fría de piña con nueces caramelizadas para acompañarlo.
Ingredientes
- 1 taza de plátano cortado en rodajas
- 1 taza de mango maduro cortado en trozos parecidos al plátano
- 2 cucharadas de aceite de coco
Preparación
Ponemos el plátano cortado en rodajas en una bolsa de congelar y lo metemos en el congelador durante unas horas, y hacemos lo mismo con el mango. Cuando las frutas estén congeladas, las sacamos y las dejamos unos minutos fuera del congelador para que así sea más fácil trabajarlo con el robot de cocina o la batidora.
Ponemos la fruta en la jarra de la batidora junto con las cucharadas de aceite de coco -a temperatura ambiente para que sea más fácil de integrar con la fruta- y trituramos todo junto. De vez en cuando paramos, y con una cuchara vamos ayudando a distribuir la fruta.
Veremos que conforme se va procesando, la mezcla va adquiriendo una textura entre helado y sorbete. Justo en ese momento estará listo para consumir. Si durante el proceso pierde demasiado frío la mezcla, no te apures, mételo en el congelador, y cuando esté bien frío de nuevo, vuelve a batir.
La sopa fría de piña que os proponemos para acompañarlo es muy fácil de hacer. Necesitaremos una taza de piña cortada en trozos pequeños, un yogur de soja sin azúcar, y la misma cantidad de agua que de yogur. Batimos todo junto.
Y, para rematar, unas nueces caramelizadas. Usaremos media taza de nueces troceadas, dos cucharadas de panela, otras dos de agave y una cucharadita de aceite de coco.
Hacemos el caramelo en una sartén, con la panela y el agave, y le añadimos el aceite de coco. Incorporamos las nueces y las tostamos a fuego lento en el caramelo. Las sacamos de la sartén a un papel de horno y las dejamos enfriar.
Ya sólo falta servir nuestro sorbete de mango y plátano sobre esta sopa fría, añadir por encima las nueces caramelizadas y decorar con trozos de cereza.
Interesante innovación. Habrá que probarla.
Os habéis marcado un león come gamba en toda regla…