La ensaladilla rusa no sólo es uno de los platos clásicos del verano, sino también una de esas recetas que cada cual prepara a su manera. De ahí que sea un tema de discusión perfecto para amenizar las sobremesas estivales: que si hay que echarle guisantes pero no de lata, que si aparto esos pimientos rojos de mi ensaladilla, pica más la patata, la mía sin zanahoria… Y así.
Pero, en el fondo, la mejor ensaladilla rusa es la que prepara tu madre. Y estás de suerte, porque no sólo tienes la receta -eso a veces tampoco sirve de mucho- sino que, hace ya tiempo, en La Gulateca publicamos la guía definitiva para poder descifrar ese lenguaje con el que tu progenitora habla de sus platos. Una serie de artículos en los que la ensaladilla rusa tiene, claro, un lugar destacado.
Por eso, además de recomendar la lectura de aquel divertido artículo, ahora recuperamos la receta en versión más práctica y reducida para que hoy mismo -¡ahora mismo!- te puedas poner manos a la obra y preparar una ensaladilla tan buena como la de tu madre. O casi. Y, si como nos tememos, esta receta no coincide con la de vuestra familia o con las instrucciones de la Santa Cofradía de la Ensaladilla, no dudéis en tirarnos de las orejas en los comentarios.
Ingredientes
- 3 patatas grandes enteras
- 2 zanahorias
- 2 huevos
- 1 bote de guisantes (pero de los buenos)
- 2 latas de atún (el mejor que podamos comprar)
- Aceitunas y pimientos del piquillo para decorar
- 1 huevo, 1 vaso de aceite de girasol y vinagre para la mahonesa
Preparación
La ensaladilla rusa es un plato muy fácil de preparar. De hecho, la única complicación está en la mahonesa pero, ya puestos, hemos decidido hacerla casera. Si usas de bote no se lo diremos a nadie -bueno sí- pero con la hecha en casa la ensaladilla gana muchos puntos. ¡Y lo que vamos a poder presumir, además!
Lo primero, ponemos a cocer las patatas sin pelar y las zanahorias en una cazuela con agua y sal. En unos 20 minutos aproximadamente estarán, pero mejor probar con un cuchillo que no estén muy duras. Mientras tanto, en otra cazuela cocemos los dos huevos. 10 minutos desde que el agua empiece a hervir.
Dejamos que se enfríe y pelamos las patatas y los huevos. Mientras, nos preparamos para la operación mahonesa que, por cierto, podéis ver también en este vídeo cómo la preparamos en un momento. No tiene ningún misterio aunque es verdad que la primera vez parece magia y todo.
Se trata de poner el huevo, la mitad de un vaso de aceite (girasol y oliva suave, depende de lo fuerte que os guste), un chorrito de vinagre y una pizca de sal en el vaso de la batidora y batir hasta que la mezcla emulsione. A partir de aquí iremos añadiendo el aceite que queda, poco a poco y continuamente, mientras movemos la batidora de abajo a arriba muy suavemente hasta acabar el aceite.
Y esto casi ya está. Picamos las patatas, el huevo y la zanahoria, añadimos los guisantes y el atún, y mezclamos todo con la mahonesa. El tamaño de las patatas y la cantidad de mahonesa ya va a gustos, porque hay quienes prefieren una ensaladilla casi untable y otros prefieren que no haya demasiada mahonesa. Para decorar, unas tiras de pimiento del piquillo y unas aceitunas es algo muy de madre, así que nos decantamos por eso.
A menos que sean ustedes de edad ya provecta y por consiguiente se estuvieran refiriendo a una madre de las de tipo muy antiguo. No confíen ustedes demasiado en la calidad de la cocina materna, pues si antes las mujeres cocinaban como nuestras madres, ahora lo que hacen es beber como nuestros padres.
Hola amigos buena receta pero se le puede poner bonito en aceite de oliva en vez de atún.
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Y un recordatorio que no viene mal: vigilar que el huevo no tuviese ninguna pequeña fisura en la cáscara y que preparemos solo la cantidad de mahonesa y ensaladilla que pensemos consumir en el momento, pues la salmonelosis acecha cuando menos se la espera… y en verano más.
No probado esta ensalada con atún, la prepararé a ver como queda, y de paso para esta época de calor es refrescante!