Exprimidores hay muchos en el mercado. Bonitos no tantos. Y con un precio razonable, menos. Pero hay vida más allá del omnipresente modelo firmado por Alessi -sí,ese con forma de araña- y del clásico de palanca en sus muchas versiones.
Sin ir más lejos, nos ha encantado este modelo bautizado como Squizz, ideado por André Ricard y que puede encontrarse en Vinçon por unos 25 euros. Como puede verse, el diseño muy sencillo y más aún el mecanismo.
Llevamos ya un tiempo usándolo como nuestro exprimidor de cabecera y aunque seguramente no será una buena idea para familias del Opus -a no ser que cada uno de los 10 retoños se haga su zumo y tal- funciona bastante bien para pequeñas cantidades de zumo.
Requiere un poco de fuerza y unos cuantos giros a cada media naranja para poder sacar bastante zumo, pero a cambio la intensidad del sabor es más acentuada que con un exprimidor mecánico al apretujar también la piel.
Importante, eso sí, lavar bien las naranjas (o limones, o pomelos o lo que sea) antes de exprimirlas. Como ya es bien sabido la piel acumula buena parte de los productos tóxicos que muchas veces contienen estas frutas cuando no son de producción ecológica.
De acuerdo, los exprimidores eléctricos son mucho más cómodos y eficaces. Pero este no hace nada de ruido -y hay mañanas en que la matraca de un exprimidor resulta insoportable- y un toque de diseño en la cocina a costa de perder 5 minutos cada día tampoco es mucho pedir, ¿no?
«Como ya es bien sabido la piel acumula buena parte de los productos tóxicos que muchas veces contienen estas frutas cuando no son de producción ecológica.» Das a entender que las frutas contienen productos tóxicos por el hecho de ser parte de la agricultura industrial. No es asi. Las naranjas u otras frutas no contienen productos tóxicos. Su piel, eso sí, si se ha sometido a algún tipo de pesticida, puede tener restos del mismo, pero no, repito, no contiene en sí misma productos toxicos. Para que nos entendamos, las frutas y hortalizas de agricultura industrial no tienen una serie de sustancias tóxicas, que «buena parte de las mismas» se queda en la piel. El análisis comparativo de una fruta «ecológica» y una «industrial» revela que ninguna es «más sana» que la otra.
Finalmente, decir que las naranjas, limones, etc. suelen tener bastante porquería en su piel, sean o no sean ecológicas: contaminación, polvo, porquerías varias…independientemente de su origen. No lavar una naranja y de alguna manera ingerir su piel es más o menos igual de tóxico sea cual sea el origen de la misma.
Gracias por el apunte. Tomamos buena nota y, en cualquier cosa, está claro que con este exprimidor mejor pasar antes las naranjas (o lo que sea) por el grifo.
Saludos! Iker