Fritos ricos y crujientes, pero eliminando de la ecuación el aceite. Esa es la promesa de las freidoras de aire caliente que llevan ya años en el mercado y son algo así como las eternas aspirantes a ser el nuevo pequeño electrodoméstico de moda.
Hace ya casi 10 años tuvimos nuestro primer encuentro con una de ellas. Por aquel entonces era algo bastante exótico y la verdad es que los resultados eran pasables, pero no para tirar cohetes. Algo han mejorado en este tiempo en capacidad y en simular los resultados de las freidoras convencionales, pero la pregunta que muchos se hacen sigue siendo la misma casi una década después: ¿merece la pena o son otro trasto que ocupará media encimera de la cocina y que usaremos muy puntualmente?
Algo así se han preguntado en The New York Times, donde recientemente publicaban una detallada comparativa de diferentes modelos de estos aparatos y los enfrentaban a hornos de convección. Después de todo, si se trata de «freír» con aire caliente, un horno provisto de un ventilador podría hacer algo parecido.
De hecho, seguro que todos hemos intentado alguna vez hacer croquetas o empanadillas al horno con resultados desiguales. Las segundas quedan bastante bien, las primeras, más regular si la idea es buscar el crocante de la fritura.
Pero volviendo a la citada comparativa, la conclusión es bastante demoledora: la mejor freidora de aire es un horno, aseguran. En realidad, se refieren más a pequeños hornos-tostadores de convección, más habituales en el mercado estadounidense, que a los hornos que normalmente tenemos todos en nuestras cocinas.
¿Pero puedo usar el horno grande con el modo ventilador? Claro. Y los resultados serán similares o mejores a los de la mayoría de freidoras de aire caliente. Otra ventaja: su mayor capacidad. El principal problema, claro, es que ese mayor tamaño también pasa factura, nunca mejor dicho, con el tiempo necesario y con el consumo energético.
De hecho, según explican, el único argumento de peso para apostar por una de estas freidoras de aire caliente es que su uso sea muy habitual, y que un tamaño y capacidad reducidos sean lo que más le interese a nuestra cocina.
Yo encuentro una ventaja freir sin aceite la de colesterol que se ahorra uno, pero claro el paladar es el que manda y sobre gustos no hay nada escrito.
Todo depende el uso que le vayas a dar, para freír 4 empanadillas, no le veo sentido usar un horno. El tiempo y gasto de energía será mucho mayor que el de una freidora sin aceite. La gran ventaja de las freidoras de aire es que la comida esta hecha mucho más rápida y se consume menos energía que en un horno de convección.
En mi casa con 4 empanadillas no come ni una persona. Por eso como dices dependerá del uso que se le dé y la cantidad de personas
Siento decir que discrepo con el análisis de este post.
En realidad, un horno con ventilador no es lo mismo que una freidora de aire por varias razones.
En una freidora de aire (moderna), el aire caliente se impulsa a gran velocidad y por ello otorga una textura crujiente.
Por el mismo proceso, los alimentos se cocinarán más rápidamente.
Son más pequeños y por lo tanto alcanzan una elevada temperatura rápidamente, por lo que permiten sellar antes los alimentos y el resultado será un alimento mejor cocinado y meno seco.
El ahorro energético también es un elemento para destacar. Las más modernas freidoras sin aceite tienen una eficiencia energética elevada (A+++) y si cocinas mucho con ella (y con un horno convencional) con la primera factura notarás que la diferencia.
Buenas, yo también discrepo con estos comentarios,le explico yo me he criado en pueblo gran parte de mi vida y si por suerte usted ha tenido oportunidad de comer comida cocinada en puchero a la lumbre me dará la razón de k el sabor es muchísimo mejor pero tarda mucho tiempo en hacerse,resumiendo, porque anteponemos el tiempo a los sabores?
Yo el horno solo lo uso para cocinar platos que no me caben en la freidora sin aceite, desde que la tengo apenas usamos en horno, además gastamos menos luz, no tengo que estar pendiente de si se me quema la comida o no, pongo el tiempo justo y me olvido hasta que la oigo pitar.
Los hornos modernos también se programan. Gastarse mas de 500 euros en un horno para no darle apenas uso también es una pena