Norte

Hay que ser valiente para, en los tiempos que corren, lanzarse a abrir un nuevo restaurante. Lara, María y Fernando lo son. Y en La Gulateca nos gusta, lo aplaudimos y lo disfrutamos. Así que para la cena de inauguración de nuestro blog no lo dudamos ni un segundo. Norte era el sitio ideal.

Son tres amigos, como nosotros, los tres del norte, como nosotros, son excelentísimos cocineros, nosotros no… pero apreciamos como nadie la buena comida. El balance de nuestra primera cena gulatequera es que cumplieron con las expectativas. Y eso que eran altas.

Las tres almas de Norte se conocieron años ha en una concina con estrella Michellin, el Moo. Desde entonces el runrún de crear algo propio -un sitio donde poder cocinar a su manera- se iba incrementando hasta que el pasado mes de julio cuajó en este pequeño local en el cruce de Diputació con Bruc, en pleno Eixample de Barcelona.

La filosofía es muy sencilla: platillos y medias raciones sólo con productos de calidad y de estricta temporada, y con una carta siempre en evolución. Cocina sencilla, cuidada, honesta. Para acompañar una carta de vinos bien escogida. Y nada más. Ni nada menos.

Probamos unas croquetas de jarrete y unas sardinas ahumadas sobre pan con mantequilla de limón como entrantes. Desde entonces tenemos sueños con esa maravillosa sardina. Sencillamente insuperable.

Continuamos con un huevo con rebozuelos y finas láminas de tocino ibérico en su justo equilibrio, unos chipirones muy bien encebollados y una original tortilla de calabaza y piñones rematada con tiras de mojama de atún. Las tortillas al más puro estilo de la mítica tortilla de bacalao de las sidrerías vascas pero con mil y una variaciones parecen ser norma de la casa.

De la nueva temporada probamos unas judías con espinacas y setas, que aunque no excelentes -las judías empiezan ahora su mejor momento- sí apuntan maneras.

Llegamos a los platos contundentes. En este caso optamos por filete de buey a la plancha -en su punto- muy bien acompañado de pimientos del piquillo. Queda pendiente para otra ocasión el loado secreto ibérico y el pescado,  diferente cada día en función del mercado.

En los postres se han instalado desde el inicio el conguito (chocolate y cacahuete) y la leche frita. Unos clásicos ya. De temporada destaca el crumble de manzana, y para el próximo septiembre pedimos desde ya que vuelva por favor el delicioso sablé de higos.


La relación calidad-precio es realmente buena. Una comida o cena con vino sale por unos 25 euros. También se puede desayunar -altamente recomendable-  y comer de lunes a viernes. Sólo se sirven cenas los viernes, aunque también organizan para grupos cerrados otros días.

Definitivamente, es una cuestión de valentía. No sólo para lanzarse a una aventura así con la que está cayendo, sino también para ser fieles a una filosofía que huye del típico menú a 9 euros. Larga vida a Norte.

4 COMENTARIOS

  1. Paso por Norte siempre que puedo. Es un placer comer tan bien y tan bien atendido. Concuerdo con Juan, ¡como en casa!

  2. Tambien desayuno en NORTE cuando viajo a Barcelona
    Es como en casa pero mejor atendido
    Tiene futuroooo!!!!!!!!!!!!

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