Las cafeteras Vertuo de Nespresso apuntan maneras como uno de los regalos estrella de estas Navidades. Aunque el sistema no es nuevo y lleva ya un tiempo en el mercado español, la considerable rebaja en el precio de estas máquinas -que se pueden encontrar por 50 euros- parece que ha despertado mucho interés.
¿Pero merecen la pena? Hace un tiempo pudimos probar uno de los primeros modelos que llegaron al país y descubrimos cómo funcionaban estas nuevas cápsulas, que conviven con las Nespresso de toda la vida.
La respuesta es relativamente sencilla: si nos gusta el café de cápsula y somos más de cafés largos que de expresos cortos, Vertuo puede ser una muy buena opción.
Frente a esa manía de alargar los cafés de las Nespresso convencionales y cargarnos las proporciones correctas de café, agua y tiempo de extracción (lo que lleva a tener cafés amargos o quemados), este sistema permite elegir entre diferentes tamaños dependiendo de si queremos un café con leche de desayuno, un expreso corto y concentrado o un tazón tipo cafetera de filtro.
La espuma que consigue con su particular sistema de giro de la cápsula es un plus a tener en cuenta para quienes les gusta el café con una buena capa de espuma sin tener que molestarse en conseguir espuma de leche. En ese sentido, es cómodo y muy resultón.

Frente a esas ventajas, Vertuo también tiene sus inconvenientes. De entrada, la gama de especialidades de café es mucho más limitada que la de cápsulas Nespresso convencionales.
Tampoco hay por ahora otras marcas que fabriquen para estas cafeteras, y el sistema de codificación de las cápsulas parece que no se lo pondrá fácil. Además de que eso afecta al precio de cada cápsula (a partir de 50 céntimos), tampoco se encuentran en supermercados.
No entraremos en el debate sobre residuos de las cápsulas, porque hay opciones de reciclado, pero incluso en el mejor de los casos, este sistema utiliza más envases y genera más desperdicio que el café convencional molido o en grano.
Lo cual nos lleva al siguiente punto. Pese a que siempre hemos defendido que el café en cápsula ha servido para estandarizar unos mínimos de calidad en un país en el que siempre hemos creído tomar mejor café que el que en realidad tomamos, el margen de mejora, aprendizaje y personalización de cualquier cápsula es limitado.
Es incuestionablemente más cómodo. Pero si realmente nos gusta el café, una simple cafetera italiana nos permitirá jugar mucho más con variedades y orígenes de café, molido, extracción…
El camino para conseguir un café excepcional en casa no pasa por ninguna cápsula. Pero si asumimos eso y lo que queremos es rapidez, comodidad y cafés largos, las Nespresso Vertuo no son una mala idea.