Hay un par de ideas que a estas alturas cualquier amante de los helados debería tener claras: se puede hacer helado de cualquier cosa y, por supuesto, eso de que los helados son sólo para el verano ya hace mucho que no se lleva.
Así que en septiembre por supuesto que se puede seguir hablando de helados. ¿Algo mejor para animar un domingo que para muchos será de fin de vacaciones? Sobre todo si hablamos de uno de los helados más peculiares que nos hemos encontrado últimamente: de kalimotxo.
Sí, esa mítica bebida a base de vino y cola que tanto se estila por el País Vasco también se puede consumir en forma de helado en Nossi-Bé, una de las heladerías más conocidas y populares de Bilbao. De hecho, su helado de kalimotxo, es desde hace años uno de los sabores clásicos de este local regentado por la maestra heladera Esther Ortiz López.
Y es que, como ya aprendimos en su momento, lejos de desconfiar de aquellos que ofrecen sabores diferentes, muchas veces es una pista para detectar una heladería en condiciones o que, al menos, elabora sus propios productos saliéndose de las recetas industriales.
El caso es que había que probar este helado de kalimotxo. Con una textura más cercana al sorbete que a un helado cremoso, el sabor es agradable, con un punto dulzón en el que se nota más el refresco de cola que el vino. Curioso y divertido como para probar un poco, aunque mejor con moderación porque cansa rápido.

El kalimotxo no es el único sabor original de esta heladería en la que las colas son habituales y que, entre otros productos, tiene en su catálogo helado de bacalao al pil-pil -lo probamos pero entre el ajo y el punto salado no es como para comer demasiado-, el de queso Idiazabal ahumado -muy rico-, o el de pacharán y el de chipirones, que quedan en la lista de pendientes para próximas visitas.
Sin salir de Bilbao, otra visita obligada para quienes busquen helados ricos y diferentes está muy cerca de allí. Gelati-gelati, en el Casco Viejo, cuenta con una gama de sabores más modesta y menos surrealista, aunque con propuestas tan originales y recomendables como el helado de bollo de mantequilla, sin duda uno de los helados más bilbaínos que se nos ocurren. Con permiso del de kalimotxo, claro.
No es ninguna novedad, tengo 30 años y llevo viendo helado de Kalimotxo por las fiestas de los pueblos de Navarra, en las típicas furgos-heladerias, desde que era un crio. El de queso Idiazabal ahumado si me sorprende, aunque apuesto a que estaria mejor si no fuese ahumado…
como me gustaria probarlo tengo mucha debilidad por los helados ..pero un helado de fritanga o de guisantes no me suena …el helado de pistacho .italiano . es decir probado en italia ..lo hacen en todos lados ..pero este me parecio una delicia clestial .
No entiendo lo del «Y es de Bilbao, claro»
El kalimotxo *NO* es de Bilbao. El kalimotxo se inventó en las fiestas del puerto viejo de Algorta, as´ñi que no es de Bilbao, claro.
De todas formas, el helado de kalimotxo no es ninguna novedad, el autor va 20 años retrasado lo menos.