Anchoas a la donostiarra de Olasagasti

DSC02532-2

Por Iker Morán

Hacía tiempo que le teníamos ganas a las conservas Olasagasti. No sólo porque somos auténticos adictos al bonito del norte y las anchoas de calidad, sino porque habíamos escuchado cosas muy buenas de los productos de esta conservera de Markina (Bizkaia). Aunque por allí son muy conocidos, lo cierto es que en Barcelona no es tan fácil encontrar sus botes y latas, así que aprovechando la reciente feria de Alimentaria pudimos acercarnos a saludar y, de paso, secuestrar unas anchoas a la donostiarra que nos ponían ojitos.

Este plato forma parte de su gama de productos más reciente y que ellos mismos denominan «Olasagasti, abrir y zampar«. Esa es la idea: platos ya preparados, enlatados en raciones individuales y basados en recetas sencillas y tradiciones con atún y anchoas. Y estas anchoas a la donostiarra son un estupendo ejemplo de la propuesta: anchoas del Cantábrico fritas (lo justo, es decir, poco) en aceite de oliva con ajo y guindilla. No tiene más misterio, así que aquí la a calidad de la materia prima no es sólo algo que decir para que suene bien. Es básica.

DSC02520

DSC02526

Pueden comerse frías o calientes, como aperitivo -nosotros no nos resistimos a usarlas para acompañar un vermut- o de plato principal. Junto a una ensalada, por ejemplo, pueden convertirse en un estupendo y sanísimo menú improvisado. También pueden dar juego como base para recetas de anchoas, como esta tortilla que ellos mismos proponen y que tiene una pinta estupenda.

Aunque se nos destrozaron un poco al sacarlas de la lata, la textura de la anchoa es muy firme, con el punto justo de ajo y picor de la guindilla. Ni que decir tiene que el aceite es de los de tener cerca bien de pan. Más que un plato preparado al uso estamos ante una conserva de calidad -nos gusta el detalle de la lata blanca, somos así de finos- basada en buen producto y una receta sencilla. No hay mucho truco ni mucho que añadir a lo que se ve en las fotos.

La lata es de 190 gramos, contiene unas 5 unidades y su precio anda entre 3,5 y 4 euros. Es verdad es que, ahora que empieza la temporada de la anchoa (de mayo a agosto), nada más fácil que preparar en casa esta receta. Pero para cuando no sea época o si, como a nosotros, las anchoas del Cantábrico nos quedan un poco lejos del mercado del barrio, no sería mala idea tener siempre alguna lata de estas a mano en la despensa.