En la edición de 2019 de 50 Best, el restaurante Noma figura como el segundo mejor del mundo. Un puesto que, a falta de una edición para este año, teóricamente mantiene a día de hoy.
Sin embargo, 2020 ha puesto patas arriba también la alta gastronomía, y el chef René Redzepi decidió dar un cambio de rumbo a su aclamado restaurante el pasado verano, reconvirtiéndolo en un bar de vinos y hamburguesas.
Mientras muchos se echaban las manos a la cabeza por la idea y otros entendían que, dadas las circunstancias, lo suyo era poder seguir facturando, el tiempo y los números han demostrado que fue un éxito: hasta 2.400 hamburguesas llegaron a servir, según explica el propio Redzepi a The Guardian.
¿El futuro de la alta cocina es acabar sirviendo miles de hamburguesas?, se preguntaba más de uno. El caso más cercano de Dani García, que cerró su tres Estrellas para abrir varias cadenas de restaurantes por el país y en el extranjero, parecía marcar un camino hacia la rentabilidad que la pandemia potenció.
No es el único debate que esta apuesta por las hamburguesas del chef con dos Estrellas Michelin generó. Vale que es un plato muy popular, que gusta a casi todo el mundo y que es bastante más popular que el menú degustación de más de cientos de euros de Noma. Pero estamos hablando de un cocinero convertido en icono de la nueva cocina nórdica y firme defensor de los platos e ingredientes vegetales. No parece que una hamburguesa de carne encaje muy bien en esa filosofía.
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El caso es que este wine bar montado en la terraza de Noma duró desde mayo hasta finales de junio, y el restaurante reabrió el mes de julio volviendo a la normalidad. A día de hoy, ofrece el menú Game & Forest Season, con un precio de 2.800 coronas (376 euros), bebidas aparte.
¿Fin del experimento? ¿Una broma -muy rentable- de Redzepi? Nada de eso. El próximo 3 de diciembre abre sus puertas Popl, una hamburguesería de este chef y su equipo, que quiere tomar el testigo de la experiencia veraniega y que tiene toda la pinta de convertirse en un gran éxito.
Se define como un local de barrio porque, tal y como explican sus responsables, fue la gente del lugar la que salvó Noma durante los meses de cierre y sin visitantes interesados en reservar en uno de los restaurantes más deseados del mundo.
Así que tal vez la pregunta no sea si el futuro de la alta cocina son las hamburguesas, sino si hay futuro para la alta cocina sin turismo. En Noma parece que lo tienen muy claro.
Hace ya años Gordon Ramsay ya lo vio venir y abrio «GR Burger» y aseguro por experiencia propia que la oferta es equilibrada, sana y sabrosa.
a ver si es como la de la foto la pinta no es que sea del todo como para tirar cohetes… las de mi barrio tienen mucha mejor pinta que esa. Vosotros no le poneis huevo frito a la hamburguesa ??