Cuatro semanas lleva ya en antena la cuarta edición de MasterChef Celebrity (esta noche se emite el programa 5) y por aquí aún no habíamos hablado del tema. ¿Por qué? Pues porque esta vez preferíamos esperar algunas semanas para que no nos acusaran de hablar antes de tiempo.
Ahora, con unos cuantos programas y apuntes en nuestra libreta, ya estamos preparados para decir lo que seguramente hubiéramos dicho el primer día: o el formato se agota, o ya no saben qué hacer para mantener la audiencia. Solo eso explica que Los Chunguitos entraran en el programa y peor aún, ¡se mantengan!
Que sí, que nosotros también nos reímos con ellos, pero se supone que aquí se viene a cocinar y, de momento, lo más que han hecho es triturar una piña en la batidora durante aproximadamente 30 minutos. Eso, y una ensalada verde cuyas hojas y demás ‘tallos’ no vieron ni el agua antes de acabar en el plato, con cuerda incluida. Y pese a todo, milagrosamente -o no- ahí siguen. Casualmente, en las pruebas de exteriores -que como todo seguidor del programa sabe, son las más duras y siempre faltan manos- el equipo en el que ellos cocinan (por decir algo, porque lo cierto es que ayudar, más bien poco) siempre gana la prueba. Y eso que cuentan con 4 manos menos…
En fin, cualquiera con un poco de mala baba diría que esto huele a chamusquina… Nosotros nos sumaremos a la teoría de los propios José y Juan que no dudan en calificarse a ellos mismo como “los talismanes” del programa.
Tamara Falcó, la “artista” revelación
Además de su falta de conocimientos culinarios, el paso de Los Chunguitos por el programa será recordado también por la amistad que han entablado con Tamara Falcó. “Madre mía, la hija de un Marqués con Los Chunguitos”, comentaban sus compañeros entre risas al principio del programa. Pero lo cierto es que la hija de Isabel Preysler y el Marqués de Griñón está rompiendo moldes.
La que en un principio tenía todas las papeletas de ser la Lomana de la cuarta edición, se ha ganado al jurado, a todos sus compañeros y a una buena parte de la audiencia del programa. Hasta El Sevilla, cantante de Mojinos Escozíos (no se nos ocurre un artista más lejos en todos los sentidos de Tamara Falcó) dijo al abandonar el programa que lo mejor de su paso por el concurso, lo que más le había sorprendido, habido sido conocer a Tamara: “Me parece maravillosa. La gente tiene muchos prejuicios y le va a venir muy bien el programa para que la gente la conozca”.
Y es que lejos de ser una niña remilgada, Tamara se muestra semana a semana cercana, divertida y cariñosa. Y no se le caen los anillos a la hora de hacer nada. Ni siquiera para coger el hacha y despellejar los conejos que haga falta para salvar a su equipo. Hasta el jurado la nombró la mejor en aquella prueba. Y es que esa sí es una imagen para pasar a la historia de la televisión. Y nos referimos al trabajo de Tamara, claro, no a la escena en sí que, para muchos espectadores, volvió a ser algo que el programa se podría haber ahorrado como ya pasó en ediciones anteriores.
La espontaneidad de Tamara es tal que gracias a ella estamos conociendo las intimidades culinarias -y no solo culinarias- de su familia. Ahora sabemos que en casa son adictos al chocolate (eso explicaría el idilio de su madre con los Ferrero Rocher), que a Vargas Llosa no le gusta comer nada que tenga hueso (¿?), que en su casa quien cocina es Ramona (ya sospechábamos que mamá no era), etc. De hecho, su exceso de sinceridad le llevó la semana pasada a confesar que para su libro Cupcakes de Tamara tan solo se había hecho las fotos. “Luego dijeron que eran mis recetas, pero no lo eran”. Maravilloso.
Boris y Anabel, de nuevo en el programa
La semana pasada se produjo otro de esos momentos que ponen en duda el funcionamiento del programa. ¿Recurren a antiguos concursantes que funcionaron bien por gusto o porque necesitan un poco de mecha? Las audiencias les acompañan, eso es cierto, pero ¿quizá los concursantes no brillan todo lo esperado por el bajo nivel culinario?
El caso es que en el programa de la semana pasada Boris Izaguirre y Anabel Alonso aparecieron en la prueba de eliminación como candidatos a entrar de nuevo en el concurso, consiguiendo hacerse con una plaza y eliminando de paso a dos de las concursantes de esta cuarta edición: Marta Torné y Elena Furiase.
Justo o no, dos concursantes de pleno derecho de esta edición han sido expulsadas por dos concursantes que ya pasaron en su día por el programa y que, obviamente, no están en igualdad de condiciones. Y lo peor de todo no es eso. Lo peor -y más frustrante- es que Los Chunguitos volverán a ponerse de nuevo delante de los fogones una semana más.
Al final Masterchef es un reality. Hay mil canales con programas exclusivamente de cocina. A mí me encanta ver cocinar a los jueces o a los grandes cocineros invitados. Cuando pones un programa así tiene que entretener y creo que lo hace muy bien.
Además no olvidemos que es un programa para amantes de la cocina, y es Amateur. No profesional. No sé qué esperamos de los concursantes. Yo quiero ver evolución y se ve. Los Chunguitos son tan válidos como otros que han ido. Antes estaba Top Chef que era para cocineros profesionales y a ver dónde está el programa…
Para mi un gran descubrimiento Tamara, y ganador Álex.
Porque criticar tanto alos Chunguitos si aún están ahí es porque valen
Estoy totalmente de acuerdo! No digo que Elena y Marta sean unas chef de primera categoría pero han puesto mucho más interés y han trabajado muchísimo más que los Chunguitos, que no se entiende que continúen en el concurso. Y lo mismo respecto a Antúnez
Siguen sin dar gorros de cocinero a los concursantes y es una auténtica vergüenza sabiendo que es de obligado cumplimiento por Sanidad. ¡ Menuda forma de enseñar y encima a 500 por hora, auténticamente angustioso!
Es un programa para entretener, cada protagonista está hecho con sus profesiones, ninguno va a ser cocinero por Dios. La entrada de Boris y Anabel le va a dar tremendo empujón y a divertirse q para eso se hace. Te lo dice un cubano que desde esta isla no se pierde un capítulo y nosotros a estas alturas nos reimos hasta de nuestras desgracias. Venirnos a hacernos un cuento. Si he visto mas comida en Mastercheff que en mis 54 años de vida en Cuba.
TELEBASURA