Una de las imágenes más populares de los bares de San Sebastián está a punto de cambiar. Y es que el coronavirus y las medidas adoptadas para controlarlo van a conseguir lo que en realidad ya era obligatorio desde hace 17 años: que los pintxos expuestos en la barra de muchos locales estén tras un cristal.
Según ha informado el ayuntamiento donostiarra, esta norma se incluye dentro de un paquete de medidas que pretenden evitar el contagio y propagación de la enfermedad.
Se dará un plazo «razonable» -han indicado- para que los establecimientos adopten las medidas que consideren oportunas (vitrinas, tapas…), y habrá inspecciones encargadas de comprobar que se cumple y sanciones para los que se resistan.
De hecho, esa es en realidad la noticia, porque desde 2003 ya existe la obligación de proteger la comida expuesta en las barras de los bares, aunque hasta ahora las autoridades han hecho la vista gorda y no han sancionado -como en teoría deberían- a quienes no la han cumplido.
En la práctica, quienes no lo han cumplido, muchos establecimientos de Lo Viejo -el casco antiguo de la ciudad- que han mantenido hasta ahora sus barras como toda la vida para que el cliente elija y se sirva él mismo. Algo que, en realidad, se repite en muchas otras ciudades vascas.
Pese a que las autoridades han reconocido que la medida supondrá un gasto para los establecimientos y una posible reducción en las ventas -nada más tentador que muchos pintxos al alcance de la mano-, han dejado claro que ahora ya no es opcional. Con 17 años de retraso, eso sí.
Y encima les van a subvencionar 200 euros!! (En lugar de multarles por no cumplir la ley)