Aunque todos los usamos alguna vez y también son parte de la despensa de muchos restaurantes, la verdad es que los congelados no tienen muy buena fama. Sería interesante saber por qué, pero el caso es que se tiende a situarlos al final de la lista, detrás de lo fresco y también de las conservas.
De ahí que sea muy poco habitual ver a un cocinero de cierto renombre abanderar el uso de congelados en la cocina. Es el caso de Ander González, el chef vasco que conduce el programa A Bocados en ETB, la televisión pública del País Vasco. Coincidimos con él hace unos días en una degustación de verduras congeladas organizadas por la marca Verleal en Barcelona y donde se presentaba su última novedad: una menestra que llega con el nombre de La otra.
González es, desde hace tiempo, imagen y parte del equipo de cocina de I+D de esta compañía navarra especializada en congelados, y que con esta gama pretende posicionar sus productos en el terreno gourmet. «Yo también dudé y dije no cuando me ofrecieron trabajar con verduras congeladas», reconoció el cocinero. Por dejar claro desde el principio que aquí la defensa del producto va más allá de lo que dicte un contrato y que es mucho más que la imagen de una marca.

¿Serías capaz de distinguir esta menestra -que, como novedad, viene acompañada de una salsa- de una casera o de restaurante? La pregunta asusta, la verdad. O tal vez la respuesta, porque si de lo que se trata es de que la menestra en cuestión de el pego, es francamente muy resultona. Y con patata, por cierto, que igual en Navarra no se estila, pero según González en su casa sí y por eso insistió en que tenía que llevarla.
Mientras preparaba varios platos con algunas de estas verduras congeladas y aseguraba que los corazones de alcachofa congelados no tienen nada que envidiar a los frescos y usados en muchos restaurantes, el chef vasco se preguntaba por el origen de esta fama de los congelados.
La idea de que comprar verduras frescas y congelarlas en casa es mejor que comprarlas directamente congeladas es parte del problema, señaló. Y, evidentemente, no es lo mismo ese proceso de congelación casero que requiere unas horas y afecta a la frescura, propiedades y textura del producto, que los procesos industriales de ultracongelado que en pocos minutos dejan el producto listo para conservar.
En cualquier caso, bienvenidos los productos que animen y faciliten esto de incorporar verduras a la dieta. Y que nos recuerdan que hay vida más allá de los guisantes cuando hablamos de congelados.