Seguramente es parte del plan de marketing. Y aquí estamos, picando en el anzuelo y hablando, otra vez, de Carlos Ríos y su negocio alrededor de la religión realfooder. Porque solo con mucha fe uno puede comulgar en 2021 con alguien que está inventando -atención- el pan 100% integral.
Tras la polémica crema de cacao de su marca, este es el nuevo producto del catálogo de Ríos. No sabemos si ya se ha organizado una firma de panes como con la crema de cacao, pero en su Instagram le podemos ver en plan Salt Bae bailando en el supermercado ante una montaña de panes integrales. Podremos estar más o menos de acuerdo con lo que hace, pero hay que reconocer que lo del marketing y el personaje, lo borda.
También el discurso victimista, que se ha convertido ya en parte esencial de su marca. «Después de meses luchando para poder sacar el pan realfooding, ya lo tenéis disponible. Realfooders ya sabéis lo que estamos luchando por hacernos un hueco entre tantos ultraprocesados, queremos revolucionar esta industria para que haya más comida real y menos productos insanos», explica en sus redes sociales.
Vaya, lo de siempre. La malvada industria alimentaria quiere acabar con los realfoodings que pelean, como auténticos valientes, contra los ultraprocesados. Toda religión necesita un enemigo y una conspiración, y esta es buenísima.
Oiga, que su crema también es técnicamente un ultraprocesado. Oiga, que está vendiendo este pan y otros productos en grandes cadenas de distribución y supermercados que, ejem, algo tendrán que ver con eso de la industria que supuestamente es el enemigo. Por supuesto, dan igual los argumentos. Esto es, repetimos, cuestión de fe y de marketing.
¿Y qué tiene de especial este pan? En realidad, nada. Se trata de un pan elaborado con harina 100% integral. Ese es su principal argumento, que en vez de usar harinas blancas a las que se les añade el salvado a posteriori, en este caso se usa harina elaborada con el grano completo. Vaya, lo que viene a ser harina integral.
Todo bien hasta aquí. Seguramente estará muy bueno. El problema es que, como ya ocurrió con el hummus, llegar al mercado insinuando o diciendo claramente que este es el pan bueno y que el resto de integrales son un timo es un insulto a la inteligencia. Y a todos los panaderos que llevan años haciendo las cosas bien, trabajando con harinas de calidad -integrales o no- y consiguiendo que cada vez sea más fácil encontrar buen pan en cualquier ciudad del país.
Lo que no explica Ríos es que desde 2019 existe una nueva normativa sobre el pan que, entre otros puntos, especifica claramente que solo se podrá denominar pan integral al que use 100% harina de grano completo. Es decir, este pan se limita a cumplir la ley, ni más ni menos. Insinuar que es el único que hace las cosas bien es decir que el resto de panaderos del país, directamente, incumplen la normativa.
Por cierto, el pan realfooding cuesta 2,10 euros por 195 gramos, lo que calculadora en mano significa que cuesta 10,76 euros el kilo. Algo nos dice que hay muchos grandes panes integrales por bastante menos dinero en cualquier lugar del país. Y sin el plástico del envoltorio, que suponemos también es realfood.
Yo no sé que tenéis en contra de esta persona
Si, ha sacado un pan integral, pero te aseguro que es muy difícil encontrar un pan 100% integral en algunas superficies. Y suponer que el resto de panaderos del país siguen la normativa, también es mucho decir…como con los panes de masa madre.
Pregunto, ¿qué hay de malo en sacar este tipo de productos?. Quienes quieran llevar una alimentación sana, deben tener opciones. No veo tanto remilgos por los millones de productos que te venden como sanos, y resulta que no lo son. ¿Que está haciendo negocio de ello? De algo tendrá que vivir, digo yo. Prefiero alguien que gane dinero haciendo productos sanos, que no quien lo vende como tal y solo nos está metiendo mierda en el cuerpo.
Este lo has bordado!