10 anuncios gastronómicos abofeteables

Un año más a los amigos de Estrella Damm les han caído unos cuantos palos por su anuncio veraniego. El motivos es casi lo de menos porque ya es parte de la tradición, pero esta vez han sido unos cuantos integristas paelleros los que se han echado al monte.

El caso es que la polémica nos ha hecho recordar unos cuantos anuncios que -estos sí- merecen figurar en el decálogo del horror publicitario gastronómico. Caspa a raudales, música infernal, protagonistas cuya meta es ser tronistas en Tele 5,  eslóganes que harían llorar a Don Draper… Anuncios de ayer, hoy y siempre que dan mucha rabia y cuyo índice de hostiabilidad  -también llamado Escala JASP– está muy por encima de la media. Que ya es decir.

¿Sólo diez? No, sin duda hay muchos más. Empezando por esos en los que multinacionales como Coca Cola o Nestle se ponen entrañables y optimistas. Con la que está cayendo y tal, que suele decirse. Pero descalificados por merecer más que un cachete -y por tener dinero para pagar agencias de las buenas-, ahí va nuestro particular top abofeteable de anuncios de comida.

1. «Pero Cristina, a nuestros amigos no les gustan los dulces»

Hay anuncios que con el paso de los años se vuelven entrañables aunque en su momento ya fueran un poco lamentables. Otros sin embargo tienen la capacidad de no perder  ni un ápice de su encanto original: eran horribles y 20 años después lo son aún más. Esta escenita alrededor de esas terribles guindas alcohólicas de Mon Cheri es un buen ejemplo.

2. The only one

«Imperial El Pozo, el only one». Es verdad que partiendo de semejante lema resulta complicado que el anuncio no acabe siendo una auténtica birria. Pero en este caso los creativos se han superado y han conseguido completar el círculo del horror publicitario. Así que, tras 27 segundos de vergüenza ajena, uno sólo tiene ganas de coger uno de esos fuets -con su puntita hacia arriba y más gordito- y liarse a palos.

3. Es una lata engordar… 

Hay compañías que llevan tanto tiempo haciendo anuncios de esos que dan bastante rabia que no puede ser casualidad, sino un plan perfectamente diseñado para dominar el mundo. Y es que, a lo tonto, unas cuantas generaciones hemos crecido taladrados por sus horribles temazos sobre leches desnatadas y batidos con chocolate que, décadas después, seguimos recordando al pie de la letra cual canciones de misa.

4. Que què tenim? Una bofetada bien dada

Si se trata de meterse con Estrella Damm, dejad a los pobres hipsters de la paella. Puestos a rajar, mejor nos quedamos con este anuncio de 2011 que, eso sí, sólo tuvimos que padecer en Catalunya. Dejando a un lado la histeria con el Barça -que vale, que son patrocinadores- nadie sabe muy bien si daba más rabia el tono onanista del anuncio o ese rollito tan así de Els Amics de les Arts. El caso es que, como era de esperar, pronto empezaron a circular versiones con una visión un poco menos optimista de la realidad catalana.

5. Actuando con el culo

Qué pasa cuando metes a un actorazo como Eduardo Noriega a hacer un anuncio. Pues que, evidentemente, te destroza también la campaña como suele hacer con casi todas las películas a las que le dejan asomarse. Desde el cariño, eh. Como recurso desesperado los chicos de Schweppes optaron por hacerle enseñar el culo, a ver si así nadie se fijaba en esa gran interpretación. Visto años después, nos reafirmamos: hay lechugas que actúan mejor.

6. Las madres borrachas de Sunny DeLight

Entre las muchas teorías de la conspiración que circulan por ahí, una de las más creíbles asegura que al Sunny DeLight le echan algo para provocar adicción. Mientras se demuestra, hay un cosa que está clara: los parecidos entre este mejunje y un zumo en condiciones son los mismos que entre su publicidad y un buen anuncio. Eso sí, siempre nos queda la duda de si liarnos a tortas con las madres repelentes o pedirnos de beber lo mismo que ellas. Porque como defiende este grupo de Facebook, evidentemente están borrachas.

7.  K ASE CRACK?

¿Qué podemos hacer para acercarnos al público joven y convencerles de que coman nuestra infame bollería industrial? Ante esta pregunta, los publicistas de los productos Qé de Panrico siempre lo han tenido claro: humor del bueno. ¿Te alegras de verme o llevas una chocolatina en el bolsillo? Se le añade un chistazo sobre «comer algo» (guiño-guiño-codazo) y listo. Unos cracks.

8. Mucha fibra

Una de las obsesiones más conocidos de la publicidad de productos alimentarios es que vayamos al baño. Pasada la etapa de José Coronado y esos bífidus que te renuevan por dentro, la nueva generación viene pegando fuerte: la una que habla con su retrete y los típicos vecinos que en el ascensor te recomiendan cereales. ¿Oye, vosotros habéis probado a cenar All Bran? Si es que le daba así -zasca- con la mano abierta.

9. Kinder bueno, y bueno ya sabes…

Pascual, Ferrero -Ambrosio!- y Kinder llevan mucho tiempo compitiendo por ver quién hace los anuncios más casposos y absurdos. Por eso en esta lista no podía faltar este mítico de Kinder Bueno y cuyo texto merece aparecer en las antologías poéticas del S. XX. Durante años todos hemos deseado que el crío del anuncio sacara un bate de beisbol y le arreara al tontaco de las chocolatinas.

10.  Y a mi qué tu primo

Lo dicho, la genialidad de Pascual merece un doble espacio en este top ten. Y es que Zumosol y su puñetero primo han sido protagonistas durante décadas de muchos anuncios en los que uno acaba empatizando con el niño macarra en lugar de con el llorica pelirrojo y su primo vigoréxico. Por cierto, se ve que el exceso de zumo de naranja de gran calidad le dio a este muchacho unas dotes sobrenaturales para la canción y la composición. Cuidado, el video da más vergüenza que el anuncio.

3 COMENTARIOS

  1. Creo que lo mejor del post no son los videos… son los títulos!! Por cierto ¿ahora quién me quita de la cabeza la musiquilla de «voyyyy a tomaaaar, leche desnatada Pascual»?

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