Es lo que tiene la pasta, cualquier fondo de nevera le sirve para crear un plato fácilmente resultón y rico. La pasta, cualquier tipo de pasta. Aunque hay quien reivindica que la forma también importa, nosotros somos de los que nos adaptamos a lo que haya en casa. En este caso son unos rigatoni – los primos de zumosol de los macarrones – que nos encantan porque tienen esta apariencia contundente. En todo caso, sea con espaguetti o con farfalle, lo importante es que sea de buena calidad, porque no vamos a ser rácanos con el ingrediente más importante y que menos coste tiene del plato.
En lo que respecta a la salsa, hemos aprovechado que estamos en temporada de espárrago fresco y los tenemos de cosecha propia. ¡Un lujo!. Con un poco de panceta y crema de queso creamos una pseudocarbonara, salvando todas las distancias, que nadie se ofenda.
El resultado no es precisamente un plato para hacer dieta, pero un poco de alegría cuando aún no han llegado los calores más infernales tampoco está tan mal.
Ingredientes:
- 200 gr. rigatoni
- 2 lonchas de panceta fresca
- 6-7 espárragos
- medio vaso de vino blanco
- una cucharada y media de queso cremoso
- pimienta
Preparación:
Si la lista de ingredientes de la receta es corta, lo mismo pasa con la preparación. La parte de cocer la pasta es de sobra conocida, pero recordamos: abundante agua con sal – ¡sin aceite, por favor!- en cuanto hierve echamos la pasta, dejamos los minutos que marca el envase para una pasta al dente y escurrimos. Esto, por supuesto, se hace en el último momento antes de servir, así que vamos a por el primer paso, la salsa.
Hemos utilizado panceta fresca, pero se puede adaptar la receta para bacon. En este caso, cortamos la panceta en trozos pequeños y regulares y la ponemos en una sartén caliente sin nada de aceite para que se dore a fuego medio. Va a dejar algo de grasa, no mucha, y lo importante es que quede bien dorada.
Mientras lavamos bien los espárragos, quitamos la parte más dura del tallo y los fileteamos. Los echamos a la sartén con la panceta, subimos un poco el fuego y añadimos un poco de vino blanco. Tapamos y dejamos unos minutos a que se ablanden los espárragos.
En el último momento añadimos una buena cucharada, y un poquito más, de queso y dejamos que se deshaga con el calor. Rectificamos de sal y añadimos un poco de pimienta, al gusto de cada uno.
Mezclamos la salsa con la pasta recién hervida y servimos en seguida. Como plato único es perfecto para llevar de tuper o para improvisar una comida rápida, ya que se tarda 20 minutos como máximo. Hay hamburguesas que tardan más.
[…] de hormonas sexuales. Si ya has tenido suficiente con el helado de atún. Siempre puedes usarlos en la receta que te proponíamos esta semana, quizá la panceta tiene propiedades ocultas aún por descubrir. Seguiremos […]