Dedicar un rato de las vacaciones a cocinar siempre nos ha parecido un gran plan. Y si es para hacer una torrijas -uno de los platos más típicos de estas fechas- mucho mejor. Aunque hay decenas recetas de este postre y la red está plagada de ellas, seguro que ninguna te ayuda a preparar unas torrijas tan buenas como las de tu madre.
Por eso nos hemos animado a rescatar de nuestro recetario esta guía que ya publicamos el año pasado por estas fechas y que es mucho mejor que una nueva receta: es la fórmula secreta para que por fin consigas entender la receta que tu madre ha usado toda la vida.
Ahora, para los más despistados, la actualizamos en formato «receta tradicional», con sus ingredientes y sus pasos para que nadie se pierda. Eso sí, en caso de duda, antes que llamar a tu madre para que te suelte lo de “eso tú ya lo ves”, os recomendamos releerse el artículo original.
Ingredientes
- Pan (si es bueno y de ayer, mejor)
- Leche (o vino para los más animados)
- Azúcar
- Canela
- Piel de limón y naranja
Preparación
Para hacer unas buenas torrijas necesitamos pan decente. En realidad vale cualquiera y de hecho es un buen sistema para deshacerse del pan duro que haya por casa, pero mejor si usas una barra en condiciones que ese pan cutre de la gasolinera.
Cortamos rebanadas de unos dos centímetros de grosor. ¿Cuántas? Pues depende del vicio de cada uno, pero dos torrijas por persona suele ser una buena ración.
Ahora llega el momento de tomar la decisión más importante de la semana y quién sabe si de este mes o año: ¿Quieres torrijas de leche o de vino? La preparación es idéntica, salvo que en unas remojaremos el pan en leche y en otras en vino. A nosotros nos gustan las dos así no nos hagáis elegir. De hecho, ya que te pones, ¿por qué no haces mitad y mitad y así triunfas el doble?
Ponemos la leche -o el vino- a calentar con una cucharadita de azúcar, una rama de canela y la piel del limón y la naranja. Lo dejamos un rato a fuego lento, pero sin que llegue a hervir. Si usamos leche, una gotita de licor tipo brandy no le va nada mal. Retiramos y dejamos que se temple.
¿Cuánta leche o vino necesitaremos? Pues lo suficiente para remojar todo el pan que ya tendremos preparado en una fuente honda.
Vertemos sobre el pan y dejamos que se empape bien pero sin pasarse, para que al sacar las rebanadas no se destrocen. Lo dejamos un rato en la leche o el vino y, mientras lo vigilamos, batimos un par de huevos y ponemos aceite de girasol a calentar en una sartén.
Lo más delicado será sacar el pan de la leche -una espumadera mejor que un tenedor-, escurrirlas un poco y pasarlas vuelta y vuelta por el huevo. Las freímos en el aceite caliente y las dejamos sobre papel de cocina para que suelten el aceite sobrante. Ahora sólo queda pasarlas por azúcar y canela para que el exterior quede bien bonito y sabroso.
Y ya lo tenemos, unas auténticas torrijas de Semana Santa tan buenas como las de tu madre y, además, en dos variedades. Ahora sí que pueden empezar las vacaciones, las procesiones o lo que haga falta.
que bueno….
Sol y playa a tope, que ya estamos en Semana Santa
http://alicantegusta.com/receta-de-calamares-rellenos-en-salsa-estilo-torrevieja/
Se te ha olvidado decir que una vez secadas de aceite se rebozan por un preparado de azúcar y canela que pondremos en un plato.
¿De dónde proceden originalmente las torrijas?, ¿se hacen allí de esta manera? Hay mil formas de hacer las torrijas y está claro que a cada uno le gusta las que está acostumbrado. Pretender que precisamente ÉSTAS son las que hacen las madres muestra poco cacumen. A mí, si me dan una de estas de la receta, la tiro a la basura.
Cambiando el aceite de girasol por el de oliva virgen extra, esta es la auténtica receta de las torrijas, a despecho de los «inventores».
Torrija sólo hay una, como la madre (y el gazpacho).
Gracias por los comentarios, especialmente a ti «Lo que hay».
Evidentemente, hay mil maneras de preparar prácticamente todas las recetas tradicionales del mundo.
Esta receta es estándar, basada en la que hacen nuestras madres y abuelas y las madres y abuelas de amigos y conocidos. Desde luego no pretende ser canónica, ni gustar a todo el mundo. El título – el post en general – trata de dar un punto humorístico al artículo como es práctica habitual en este blog y, de paso, quitarle algo de drama a las preparaciones tradicionales y hacerlas más cercanas a todos. Al final de lo que se trata es de que la gente se meta entre fogones y si eso da como resultado que alguien encuentre su particular receta de torrijas ¡tanto mejor!
Si te oyera mi abuela hablando de tirar comida a la basura… 😛
Saludos
Tal cual dices es como las hago yo ¡¡buenísimas!!
Hola tal como indica mantel, las hizo mi jovencita nuera. Buenísimas. Un saludo y gracias
Son casi casi clavaditas a las que hacía mi madre y, por supuesto, a las que hago yo. La única diferencia es que ella las freía en abundante aceite y yo prefiero usar menos, ah, y que a mí me encantan con miel…mmmm… riquísisisisisismas 🙂
«Lo que hay»,no hace falta ser tan borde, si esto es casi cuestión de gustos y como decía un amigo mío, esto de los gustos es como los culos, cada uno tiene uno!
hola, geniales, asi se han hecho en mi casa de generacion en generacion, a mi me faltaba la piel de naranja,pero ahora mismo las estoy haciendo.Lo que hay, que amargura pareces que llevas encima, yo miro una receta de lo que sea y si me parece que yo la hago mejor pues no la hago y listo,pero eso de tirar a la basura…..y aun mas de poner ese comentario borde y amargado habla de la persona que lo escribe,comete una torrija para que te endulces el dia
Acabo de hacerlas tal cual y no tienen ningún sabor, hasta un chorrito de ron les he añadido. Sólo saben a pan mojado con leche. 🙁
Hola, Laura:
¿Has infusionado la leche? ¿Las has pasado por huevo? Y una vez fritas, ¿las has «rebozado» en canela y azúcar? Algo ha tenido que pasar, yo las hice ayer tal cual y quedaron estupendas.
Esa misma receta es la de mi suegra, y las torrijas es de lo mejor que tiene 🙂
Aunque ella que es del sur de Navarra las llama «raldillas» y dice que son más de San José que de Semana Santa.
A mi me privan sea cual sea el nombre o la temporada, las voy a hacer ahora mismo!
Un abrazo
En Sevilla son bastante más típicas mojarlas en vino, pero una vez fritas, lo normal es melarlas.
Una buena miel, rebajada con un pelín de agua. Una vez haya hervido esta mezcla, se vuelven a»freír» en la miel. Cuando se hayan pasado todas por la miel, el resto que quede, se les echa a las torrijas por encima, para que no se sequen.
Yo, cuando las saco de la leche,las pongo en un colador grande y las dejo que escurran bien.Os aseguro que salen mejor,ya que se va el exeso de leche.Luego las paso por huevo etc,etc
Una auténtica delicia de nuestra gastronomía… nosotros las hacemos en casa, tanto en carnaval como ahora… http://cocinadeemergencia.blogspot.com/2010/03/torrijas.html
A mi las torrijas me encantan y comerlas me trae muy buenos recuerdos.
Mi abuelo las comía siempre acompañadas de un vino tinto de utiel requena, era sagrado jajaja. Y a nosotros se nos ha quedado y con los mismos vinos que son fantásticos.