Lasaña de calabacín, setas y tomates secos

Acostumbrados a encontrar calabacín durante todo el año, muchas veces se nos olvida que es ahora cuando esta verdura está en su mejor momento de precio y sabor. Así que, como es posible que ya estemos un poco hartos del repertorio clásico (pisto, cremas…) podemos recurrir a la técnica de siempre: saquear la despensa y aprovechar lo que haya para improvisar una lasaña en la que en lugar de pasta usaremos calabacín para separar las capas.

Es muy fácil de preparar y además puede ser un buen sistema de colar un poco de verdura a esa extraña raza de seres que asegura que no les gusta nada de color verde.

Ingredientes:

  • Un par de calabacines (dependiendo del tamaño)
  • 1 cebolla
  • 20-30 gr. de tomates secos (no pesan nada)
  • Tomate frito casero (o de bote, pero bueno)
  • 100 gr. setas
  • Ajo, perejil, orégano, pimienta…
  • Aceite de oliva

Preparación:

Montar el plato no tiene ningún misterio así que lo único que nos puede dar un poco de trabajo es preparar por separado las diferentes capas que van a ir componiendo esta lasaña vegetal.

Empezamos con los calabacines. Bien lavados y con la ayuda del clásico pelador de patatas (o de un cuchillo si andamos bien de paciencia y pulso) vamos haciendo tiras de cierto grosor, aunque sin pasarse porque las meteremos crudas directamente al horno y la idea es que queden crujientes pero un poco hechas. Las reservamos en un bol y mientras descansan las alegramos con un buen chorro de aceite de oliva, sal, pimienta y orégano, por ejemplo.

En un cazuela ponemos a pochar cebolla cortada fina con la técnica de siempre: fuego suave, remover bastante y a media cocción un poco de vino blanco. Mientras va cogiendo color ponemos a hidratar los tomates secos (10 minutos sumergidos en agua) y los troceamos.

Si nos sobra alguna mano podemos ir limpiando las setas y salteándolas con un poco de ajo y perejil. Ya casi lo tenemos todo, suponiendo que el tomate frito esté preparado por adelantado o caigamos en la tentación de usar uno de bote. Si es así, al menos que sea bueno.

Con la cebolla bien dorada y blanda, añadimos las setas y los tomates rehidratados. Podemos aprovechar el agua usada para incluir también un poco en esta mezcla y dejarlo en la cazuela todo unos cinco minutos para que los sabores se mezclen bien.

En una bandeja para horno, una pequeña capa de tomate frito y empezamos a montar: capa de tiras de calabacín, capa de nuestro estupendo relleno que, además, hay que ver lo bien que suena: setas y tomate seco, glamour puro. Y así hasta completar el recipiente, intercalando también un poco de tomate frito entre capa y capa.

Encima de la última capa de calabacín podemos rematar con un poco más de orégano y un último chorrito de aceite de oliva. 20 minutos en el horno a 180 grados (ojo con el gratinador para no chamuscar la parte superior) y listo.

Una señora lasaña vegetal de calabacín.

1 COMENTARIO

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí