Poco más de 48 horas para que empiece el show de comidas navideñas y tú con estos pelos y sin el menú pensado. No es que te falte algún plato para rematar, es que no tienes ni idea qué poner a la familia o amigos que vienen de visita. Que en Navidad te libras porque vas a otra casa, pero en Nochebuena toca pringar. Y dentro de nada Nochevieja y se repite el espectáculo. Un desastre.
Pero calma. Suelta la botella de ese cava terrible que te han puesto en la cesta de Navidad y descarta ese plan B de liarte a comprar congelados para poner fritanga de primero, segundo y postre. Todavía es posible preparar un menú en condiciones, con platos más o menos sofisticados según las ganas y el tiempo disponible y -eso es lo importante- igualmente resultones.
Para echar una mano y salirse un poco de los platos de siempre hemos rebuscado en nuestro archivo de recetas y, así a lo tonto, nos ha quedado un menú estupendo con varias propuestas de entrantes, primeros, carnes, pescados… ¡Qué no falte de nada! Sólo hay que escoger y combinar los que más nos gusten y al lío.
ENTRANTES
· Dim sum de espárragos y gambas. ¿Qué hay más típico que las gambas y los espárragos para los entremeses? (Que gran palabra, por cierto). Aquí se trata de darle un toque de modernidad al asunto con unas estupendas empanadillas dim sum. Bastante más sencillo y rápido de preparar de lo que parece y muy efectistas.
· Huevos rellenos de gambas. Más gambas. Pero que nadie se asuste que no son los típicos huevos rellenos hasta arriba de mahonesa. Esto es un poco más sofisticado y en caliente. La presentación con patata es opcional y prescindible si va a haber mucha comida. Pero se nos ocurre que esto mismo, dentro de un bote de cristal en plan presentación individual, puede ser la sensación de la noche.
PRIMEROS
· Crema de coliflor. Un clásico invernal y navideño que, hecho con un poco de gracia, puede triunfar. Nosotros probamos con esta versión muy simple. Rematada con un poco de tomate seco y servido también en plan individual pude ser un primero ligero para dejar hueco para todo lo que viene después.
· Canelones mar y montaña. Aunque en Catalunya lo suyo es comer canelones el día 26 (San Esteban) podemos saltarnos la fecha y la tradición. En este caso son unos canelones en plan fino y jugando con eso que tanto nos gusta de mar y montaña. Por fuera gambas -¡más gambas!- y en el interior pollo. Dan un poco de trabajo, pero los podemos dejar listos con antelación.
· Tartaletas de puerro y mejillones. Sencillo, económico y también perfecto para dejar listo con antelación. Este plato tiene los tres ingredientes básicos para triunfar en Navidad. Aunque en nuestra receta original hacíamos una tarta grande, para esta ocasión podemos optar por tartaletas individuales. Y, por supuesto, quien dice mejillones y gambas dice cualquier otra cosa que se os ocurra.
· Caracoles, un clásico a reivindicar. A muchos lo de comer caracoles en Navidad les sonará a marcianada, pero por Euskadi es bastante tradicional. De hecho es casi uno de los acontecimientos gastronómicos de estas fechas: todo el ritual de limpiar y preparar los caracoles. Si andamos muy liados, siempre se puede recurrir a los de bote aunque, sinceramente, no es lo mismo. En todo caso, la clave está en la salsa. Ahí sí que no puede haber concesiones.
PESCADOS
· Merluza con salsa de avellanas. Con algunos pescados como el rape y el besugo a precios sólo al alcance de los usuarios de Tarjetas Black de Caja Madrid, mejor apostar por algo más económico pero igualmente rico: merluza. Ésta con salsa de avellanas no tiene ningún misterio y queda buenísima. Además,los frutos secos siempre tienen ese punto navideño que hace que encaje genial en nuestro menú.
· Bacalao de cuatro maneras. Nos encanta el bacalao así que no puede faltar en nuestras ideas para el menú navideño. ¿Cómo lo preparamos? Pues aquí hemos recopilado cuatro platos bastante sencillos y que se salen de las preparaciones más clásicas. Una causa limeña con bacalao, por ejemplo, puede ser un auténtico hit en la cena y es muy fácil de hacer. De todos modos, si alguien se anima con un pil-pil, aquí la fórmula secreta para que salga sin complicarnos mucho la vida.
CARNES
· Codornices rellenas de ciruelas con pure de calabaza. Nuestra versión navideña, pequeña y más sabrosa del tradicional pavo estadounidense: unas codornices con un relleno a base de ciruelas -o cualquier otra fruta- y acompañadas de puré de calabaza. Prepararlas es muy sencillo, se hacen en un momento y, además, su tamaño hace que sea muy fácil preparar las raciones y no acabar demasiado llenos como para no llegar al postre, las uvas, el turrón, las copichuelas…
· Magret de pato con chutney de lo que sea. Una receta a la que le tenemos especial cariño. El magret de pato, si lo encontramos a precio razonable, es un recurso excelente porque sigue siendo bastante original y poco visto por aquí, muy sabroso y se cocina en un momento. Aquí lo hemos preparado a la sal y, para acompañar, un chutney que podemos hacer por adelantado o incluso comprar hecho. Si es así, por supuesto, diremos que lo hemos hecho en casa.
POSTRES
· Turrón dos texturas. El producto más típico de la Navidad pero presentado de forma diferente. Así es este postre para el que, eso sí, vamos a necesitar ese sifón -ojo, es una buena idea para regalar- que cada vez se ve por más sitios. Un turrón lo presentaremos en forma de gelatina y el otro como una suave espuma. Suena sofisticado pero no tienen ningún misterio y queda muy bonito.
· Serradura. De acuerdo, no es un postre muy ligero. Pero a cambio es algo original que posiblemente la mayoría de tus invitados no habrán probado nunca -es una receta portuguesa y ya se sabe que por aquí somos expertos en ignorar al país vecino- y gusta a casi todo el mundo. Nata, lecha condensada y galletas, nada menos. Pero, de verdad, reservar un poco de hambre para él.
Y PARA BEBER
Esta parte sí que es fácil. Y es que no tenemos más que repasar la larga lista de vinos buenos, bonitos y baratos que hace un par de días publicamos con la ayuda de los autores de las guías Los 100 mejores vinos por menos de 10 € y Los Supervinos 2015, y elegir alguno de los que allí se proponen.
Hay blancos, finos, tintos, dulces, algún cava… De hecho, ¿por qué no plantear la comida y la cena de turno como un maridaje, con un tipo de vino para cada plato? Además, todos los que os proponemos cuestan menos de 10 euros, así que la idea es perfecta para presupuestos ajustados.
¡Paparruchas! Lo único bueno de la Navidad es la paga doble y que pasa pronto , lo demás es un sacacuartos y engaña muchachos.
Clica sobre mi nombre