Por Ninna Jorro
¿Alguna vez te has preguntado por qué los filetes de tu madre saben mejor que los tuyos? ¿O por qué su pollo tiene un sabor que tú no consigues jamás de los jamases? Puede haber muchas razones: que frías demasiado los filetes, que tengas prisa por sacar el pollo del horno o que, simplemente, te encuentres ante esa preparación maldita que todo cocinillas -sí, todo cocinillas- tiene.
No obstante, otra de las razones puede ser que el secreto de tu madre esté en el adobo. La variedad de adobos es prácticamente infinita. Seguro que muchos de vosotros -¡oh, experimentados lectores!- hace tiempo que los usáis. No es el caso de una servidora, que acaba de descubrir este apasionante mundo, en concreto, el de los adobos de carne.
Gracias a ellos ha habido un antes y un después en mis tuppers y en mi vida en general. Las carnes están más jugosas y tienen ese sabor casero que tanto se echa de menos cuando uno vive lejos de casa. Además, te permiten convertir una triste pechuga de pollo a la plancha en un plato sabroso y apetecible e igualmente ligero.
Así que hoy vamos a revelaros cómo preparar unos cuantos adobos en un santiamén para darle un poco de alegría a las carnes. Son adobos sencillos y conocidos pero, a veces, lo más común es lo último en lo que piensas a la hora de meterte entre fogones.
1.- Adobo para pechugas de pollo o alitas
El primero de nuestros adobos es ideal para preparar pollo. Aunque lo que suele adobarse son las alitas, por aquí utilizamos este adobo para las pechugas de pollo.
Ingredientes (para unos 8 filetes de pechuga de pollo):
- 1 cucharadita y media de pimentón dulce
- 1 cucharadita rasa de comino
- 1 cucharadita rasa de curry en polvo
- 30 ml de vino blanco
- Aceite de oliva
- Sal
Elaboración:
En un bol, ponemos las pechugas de pollo y las salamos. A continuación añadimos el pimentón, el comino y el curry. Mezclamos bien. Añadimos el vino blanco y mezclamos de nuevo. Finalmente añadimos un chorrito de aceite y volvemos a remover. Dejamos reposar las pechugas en la nevera, como mínimo tres horas. Lo ideal es preparar el adobo por la mañana y hacer las pechugas a mediodía. Hay también quien lo deja de un día para otro.
Hay quien añade otras hierbas y especias a este adobo de curry o quien echa más cantidad. Este es un adobo suave pero con fuerza suficiente para dar sabor a las pechugas. Como todo, es cuestión de ir probando variaciones para hallar tu adobo perfecto.
2.- Adobo de finas hierbas para lomo o pechugas
El siguiente adobo sirve tanto para adobar filetes de lomo de cerdo como pechugas de pollo o pavo.
Ingredientes (para unos 8 filetes):
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharadita rasa de eneldo
- 1 cucharadita rasa de tomillo
- 1 cucharadita rasa de perejil
- 1 cucharadita rasa de estragón
- 2 hojas de laurel
- Sal
- Aceite de oliva
Elaboración:
En un bol mezclamos las especias y las cubrimos con aceite de oliva. Añadimos los dos dientes de ajo pelados y enteros y las hojas de laurel. Dejamos reposar en la nevera durante, al menos, tres horas.
Pasado ese tiempo, colocamos en una bandeja los filetes de lomo o las pechugas y vertemos la mezcla de especias y aceite sobre ellas. Removemos para que la carne se impregne bien y dejamos reposar de nuevo en la nevera durante un par de horas más, antes de cocinar.
Para hacer este adobo un poco más intenso podéis también picar el ajo para que quede en la carne a la hora de cocinarla, lo dejamos a vuestra elección.
3.- Adobo picante para carnes rojas
Ingedientes:
- 1 cucharadita rasa de pimentón dulce
- 1 cucharadita rasa de orégano
- 1 cucharadita y media de cayena molida
- 1 cucharadita de pimienta negra
- 50 ml. de vino blanco
- 20 ml. de vinagre
- 2 dientes de ajo picados
- Una cebolla pequeña picada (opcional)
- Sal
Elaboración:
Mezclamos las especias en un bol y añadimos el vino blanco y el vinagre. Salamos. Por último añadimos el ajo y la cebolla (opcional). Dejamos reposar en la nevera unos 20 minutos. Pasado ese tiempo, añadimos el adobo a la carne y removemos para que se impregne bien. Dejamos reposar en la nevera tres horas, como mínimo, antes de cocinar.
Bonus track: El adobo más sencillo y efectivo del planeta Tierra
Este último adobo es tan sencillo que no deberíamos ni mencionarlo. No obstante este truquillo nos ha salvado más de una comida así que aquí va: Pica ajo y perejil fresco con un poco de aceite de oliva en cantidades industriales y ten siempre en la nevera un tarro de vidrio con la mezcla. El aceite es conservante, así que la mezcla te durará varios días -incluso semanas- en la nevera.
Sirve para adobarlo prácticamente todo. Cualquier carne, desde un filete de ternera a uno de cerdo, cambiará radicalmente después de pasar un par de horas untada en esta mezcla. Sí, es muy obvio, pero muy muy efectivo.