La cocina es nuestro rincón preferido de la casa. Así que además de tenerla repleta de todo tipo de trastos -la mayoría de esos que usamos sólo los años bisiestos- tampoco está de más cuidar un poco la decoración.
Como en época de crisis liarse con obras da más pereza de lo habitual y sustituir la horrible encimera original que nos dejaron colocada por una más moderna también requiere gastarse algo de dinero o engañar a algún amigo manitas… los vinilos decorativos pueden ser una buena opción para redecorar esta zona sin complicarse la vida.
Dentro del interminable catálogo de vinilos que ofrece la empresa Chispum nos hemos encontrado con una gran colección de motivos pensados para las paredes y armarios de la cocina o para decorar la nevera.
Con precios entre 20 y 50 euros y dibujos y tamaños para todos los gustos, a nosotros nos ha encantado ese de la imagen: «yo cocino, tú friegas». Sin duda un gran lema vital que merece figurar ya mismo en la pared de la cocina.
Me gustan muchísimo, tengo el piso lleno de vinilos (comprados y handmade jaja). El problema es no saber cuándo parar y dejar de ponerlos por todos los rincones de la casa… jeje
¡Queremos fotos, Bea! 😀