Un paseo por los mercados de Buenos Aires

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Por Iker Morán

Seguramente no aparecen en las guías turísticas pero ya se sabe que a todos nos gusta ser viajeros, no guiris. Así que cuando nos escapamos a Buenos Aires -sí, nos hemos traído en la maleta varios temas– en el mapa marcamos en rojo un par de mercados de la Capital Federal. Nada mejor que ver lo que se come y se compra para conocer un lugar.

Claro que Buenos Aires es diferente, nos habían avisado. Aquí cocina el teléfono, bromean algunos porteños refiriéndose a la extendida tradición de encargar comida a domicilio o, como dicen allí, delivery. Pero como somos de piñón fijo, buscamos tiempo para escaparnos a ver un par de mercados: el de San Telmo -el más conocido por su nombre, pero un poco venido a menos- y el de El Progreso, en el barrio de Caballito, posiblemente el más animado de la ciudad.

Carne, carne, asado… sería el mejor resumen de este paseo que además nos animamos a grabar en vídeo, para sorpresa de los porteños que andaban por allí y es que -según nos contaban- los turistas gallegos, ni suelen pasar muchos días por Buenos Aires ni se dedican a recorrer sus mercados preguntando dónde demonios están las pescaderías en esta ciudad.

El Mercado de San Telmo (Defensa, 961) -no confundir con la feria que se organiza cada domingo a lo largo de toda la calle Defensa y por la que hay que dejarse caer sí o sí- es uno de los más veteranos. Un precioso edificio de 1897 en el que sobreviven algunos puestos de carne y verduras pero que, sobre todo, está ocupado por anticuarios. La visita, en cualquier caso, merece la pena. Y hay muy buen café, como os contamos en el vídeo.

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El Mercado Del Progreso (Av. Rivadavia, 5430) también tiene unos cuantos años a sus espaldas. Se inauguró en 1889 y a día de hoy pasa por ser uno de los más animados de la ciudad. Al menos en sábado por la mañana, víspera de día de asado, que es cuando nos pasamos por allí. Milanesas por doquier, muchas carnicerías donde aprender los mil y un cortes que manejan allí e incluso una pescadería. Un mercado en condiciones, sí señor.

Es cierto, Buenos Aires no es una gran ciudad de mercados desde el punto de vista gastronómico. Pero basta ver la fachada del antiguo Mercado de Abastos (cerrado en 1984 y reconvertido en un centro comercial de visita totalmente prescindible) para suponer que en su día sí lo fue. Tal vez sea cuestión de esperar unos años para que, como ocurre en otros lugares, la gente se anime a volver a los mercados.

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4 COMENTARIOS

  1. Mi ciudad, Buenos Aires, es como bien dicen ustedes, una ciudad que no tiene tradición de mercados. Y sobre todo, nada de mercados similares a La Boquería o similares. Ustedes visitaron uno de los dos mejores: el de El Progreso. El otro es el Mercado de Belgrano, en el barrio del mismo nombre. Ahora, ambos no son mercados «populares», sino que por el tipo de productos que ofrecen y por el precio que detentan ellos, son para una elite. Cualquier producto que también se consigue en otros comercios, allí cuesta un 40-50% más.
    Obviamente, quienes nos gusta cocinar solemos comprar allí, pagando ese plus por el hecho de encontrar también allí productos que en otras partes no se pueden comprar: papines andinos, setas, hierbas aromáticas, etc. Sí, cosas que quizás en España son muy comunes en temporada (las setas, por ejemplo), aquí son una rareza que me hacen suspirar cuando veo las recetas en los blogs de ustedes (de los españoles, quiero decir).
    Dicen en su video que no hay muchas pescaderías en Buenos Aires y es verdad. Buenos Aires vive de espaldas al río, alejada del mar y enceguecida por una tradición culinaria paupérrima centrada en carne asada (en general, sobrecocida) y unas pocas verduras.
    Hablo de tradición culinaria de la mayoría de la población y de la mayoría de los restaurantes y parrillas. Hay escepciones, muchas de las cuales no son más que «imposturas culinarias», como la por ustedes visitadas La Cabrera.
    Decía antes que no hay pescaderías porque no hay consumo de pescado. En mi caso, cocino pescado dos veces a la semana (una intento que sea pescado azul), y proveerme de pescado fresco es una aventura, pues debo organizar mis horarios laborales con los de apertura del mercado chino (en el barrio de Belgrano también), para poder comprar pesca fresca (no del día, por cierto, sino del día anterior) y luego retomar mis obligaciones laborales.
    Pero para no distraerlos del tema de su post, los mercados, solo les comento que los dos mejores mercados del país (que no quiere decir que sean excelentes, sino solo los dos mejores relativamente) son, uno, el de la ciudad de Mendoza (en la provincia del mismo nombre), el cual tiene semejanza al de El Progreso, y otro, el de la ciudad de Perico (en la provincia de Jujuy), donde yendo con tiempo y paciencia, uno se puede proveer de productos andinos (tubérculos, ajíes, granos, carnes en salazón, etc.), los cuales son imposibles de comprar en ninguna otra parte.
    Claro, para ir a Mendoza o a Jujuy, necesitan mucho más tiempo que el de una simple estadía en Buenos Aires.
    No, estimados, Buenos Aires no es una ciudad de mercados, ni, me animaría a decir, tampoco es un buen destino gastronómico.
    Saludos porteños,

    m.

  2. Gracias por tu comentario Marcelo. Para próximas visitas -ojalá pronto- tomamos nota de tus recomendaciones. Es verdad que nos habían avisado que Buenos Aires no es muy gastronómica, pero lo cierto es que pudimos probar muchas cosas ricas más allá del asado y disfrutar de grandes restaurantes. Y vinos, claro. De esto hablaremos dentro de poco por aquí 🙂

    Un saludo

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