De las muchas maneras de acercarse a la gastronomía y sus productos, posiblemente ésta es una de las más curiosas: nadar entre atunes rojos del Mediterráneo. Aunque dicho así puede sonar un poco extraño, esto es precisamente lo que propone Tuna Tour, una actividad organizada en L’Ametlla de Mar (Tarragona) por la empresa Balfegó, una de las más importantes del país en el sector del atún.
Hace un par de semanas estuvimos por allí con los amigos de minube y pudimos vivir la experiencia de bañarnos junto a centenares de atunes en una de las piscinas situadas a unas 2,5 millas de la costa. Con un diámetro de 50 metros y una profundidad de 35 metros, es allí donde viven en cautividad centenares de atunes rojos -hasta 400 ejemplares en cada una- que previamente han sido cercados y trasladados hasta aquí.
Un sistema de pesca único que permite mantener a los animales vivos durante algo más de un año en cada uno de estos enormes recintos en alta mar, donde son alimentados con pescado azul. La mayoría viven entre a 15 y 20 metros de profundidad, por lo que nada más llegar a la zona adaptada para el baño de los visitantes se les lanza pescado para que se animen a subir a la superficie.
La opción más sencilla es bañarse con gafas y tubo de snorkel -se proporcionan en el propio catamarán- y, si la temperatura del agua es baja, también hay trajes de neopreno disponibles. Pero para quienes tengan práctica y titulación de buceo también existe la opción de hacer inmersiones en estas redes para visitar a los atunes en la profundidad. Quienes lo han hecho aseguran que es espectacular.
¿Pero no es peligroso zambullirse junto a unos bichos que pesan más de 200 kilos? La verdad es que impresiona al verlos subir y zamparse las caballas pero, por naturaleza, el atún rehuye el contacto, así que ninguno va a acercase a saludar a los bañistas o a posar para un selfie.
Son atunes, no delfines amaestrados, así que les veremos subir desde la profundidad, comer y bajar. Todo a bastante velocidad y cierta distancia, pero suficientemente cerca -siempre depende de la visibilidad del agua y el clima de ese día, claro- como para poder verlos bien.
Pero más allá del evidente punto de aventura que tiene este baño, resulta también interesante su valor divulgativo entorno al atún rojo, su sostenibilidad y su valor gastronómico. De hecho, durante el viaje de ida hacia estas piscinas se proyectan varios vídeos sobre este animal y su pesca, y la vuelta se puede amenizar con una cata de atún. Los precios de la actividad varían según la temporada, pero se mueven entre los 30 y 45 euros por persona.
Los Tuna Tour se organizan de abril a octubre, así que todavía estamos a tiempo. De hecho, qué mejor manera de comenzar el otoño que con un plan diferente para cualquier fin de semana de estos. Tampoco cada día se tiene la oportunidad de tener cerca un atún rojo de 200 kilos y que -para los más curiosos- tiene un precio de unos 6.000 euros en el mercado.
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