La ensaladilla rusa, en realidad, no es rusa. Da igual, porque alguien ha creído que cambiarle el nombre podría ser un bonito gesto solidario con Ucrania. Y, por supuesto, para rascar algún que otro titular. Lo ha conseguido, claro.

Por cierto, a esta ensaladilla ya le intentaron cambiar el nombre durante el franquismo -por otros motivos, claro- para bautizarla como ‘ensaladilla nacional’.

Así que, tras la reconversión de la ensaladilla rusa en ‘ensaladilla Kiev’ y el boicot al vodka ruso, ahora llega otro efecto colateral gastronómico del ataque ruso a Ucrania: la petición de que le cambien el nombre al popular ‘pollo Kiev’.

Un momento. Pero si Kiev es la capital de Ucrania, se supone que este es un plato emblemático del recetario ucraniano y, precisamente, los de la ensaladilla rusa han optado por lo de Kiev como homenaje. Sí, pero resulta que Kiev es la denominación rusa de la capital, que en ucraniano se llama ‘Kyiv’.

Algunas marcas en Reino Unido e Irlanda ya se han subido a este carro, anunciando el nombre en la denominación de sus platos preparados de pollo Kiev. Aunque por aquí es un plato poco conocido, allí es uno de los clásicos de los lineales de los supermercados y, de hecho, todo un icono en la gama de productos de Marks & Spencers.

Fue el primer plato precocinado que lanzó esta cadena en nada menos que 1976, así que algunos clientes ya están lanzando indirectas para que ellos también cambien el nombre. De hecho, desde 1995, el nombre oficial de la capital ucraniana es Kyiv con lo que, más allá del contexto bélico, está claro que sí hay argumentos políticos y geográficos para lanzar la idea.

Algo que, por otro lado, pone sobre la mesa el debate de si los nombres de la comida también deben adaptarse a los cambios políticos o circunstancias puntuales.

En realidad, rara vez se consigue y suele acabar olvidado en pocas semanas. Como cuando en Estados Unidos se intentó cambiar el nombre de french fries -así se denominan allí las patatas fritas- por freedom fries o american fries con motivo de un desacuerdo diplomático con Francia en plena guerra de Irak.