¿Tiene sentido un premio a la mejor mujer cocinera? Críticas a ’50 Best’ por machismo y falta de diversidad

No olvidemos que ésta es una lista hecha mayoritariamente por hombres blancos, se podía leer -no recuerdo quién lo resumió tan bien, disculpas por la cita inexacta- en las redes sociales mientras en Bilbao asistíamos la semana pasada a la cuenta atrás para elegir el mejor restaurante del mundo.

Es verdad que, como ocurre con cada edición de la Guía Michelin, las críticas son parte del show que rodea a estas listas. El año que todo el mundo esté de acuerdo con los resultados, simplemente el sector gastronómico -o esa parte del sector que vive pendiente de los rankings- implosionará.

Y este año no ha sido una excepción, claro. Por un lado, la decisión de colocar a Massimo Bottura en lo más alto de la lista no se entiende si la cosa se ciñe a su restaurante y no a su interesante labor en el ámbito de la responsabilidad social de la cocina. Tal vez lo suyo habría sido explicarlo así de claro: posiblemente no es el mejor restaurante del mundo, pero el trabajo de Bottura merece ser reconocido.

No obstante, el debate más interesante está en otro ámbito más allá de quién es el primero o el segundo, y señala la vergonzosa falta de diversidad entre los premiados.

De entrada, la existencia de un premio a la mejor cocinera es un tema que para la inmensa mayoría resulta lamentable. ¿Acaso las mujeres juegan en otra liga como para necesitar una especie de premio de consolación? ¿Qué sentido tiene elegir a Clare Smyth como mejor cocinera del mundo si luego su restaurante no está entre los 100 primeros?

Un premio femenino cuando en la lista de los 50 primeros sólo hay cinco restaurantes en los que la cocina está dirigida por una mujer parece un chiste de mal gusto y algo que ojalá dentro de poco tiempo de vergüenza recordar.

Pero no es el único punto que chirría cada año -este también- en la lista. El claro dominio de restaurantes de Europa y Estados Unidos alcanza un punto absurdo cuando se presenta el mejor restaurante africano de la lista y resulta que el único entre los 50 primeros es -sorpresa- de Sudáfrica y regentado -otra sorpresa- por un chef blanco.

Es verdad que entre los 10 primeros Perú tiene una presencia destacada y que Gaggan Annand consigue colar su elegante cocina india en este top 10, pero más allá comienza el desierto. Desde Eater no dudan en hablar de neocolonialismo gastronómico al destacar que el 50% de los integrantes de la lista son europeos.

De los 50 restaurantes, sólo hay un africano, un australiano -la gala se celebró allí el año pasado, por cierto- y siete más que se reparten entre Sudamérica y Asia.

Es curioso porque al casi millar de personas que votan y elaboran la lista se les presupone gente viajada, con cierto interés y libres de prejuicios raciales y de género.

En realidad, tal vez sea demasiado presuponer y, con todo su espectáculo, 50 Best no deje de representar una visión gastronómica del mundo que está cambiando pero que todavía sigue anclada en el pasado.

6 COMENTARIOS

  1. Hay una cosa que cuesta mucho entender a mucha gente. Se premia a los mejores, si los mejores son hombres no hay nada más que hablar.

  2. Y ya puestos habría que hacer un premio para el mejor cocinero negro del mundo, otro para el mejor cocinero asiático y así hasta que haya chorrocientos premios para los mejores cocineros y cocineras del mundo.

    Si hay más hombres entre los mejores cocineros del mundo es porque hay más hombres que se han hecho cocineros profesionales, ahora mismo en las escuelas de cocina los hombres superan a las mujeres en una proporción de 7 a 3 y hace 25 años era de 9 a 1 y es esa generación la que tiene a los que ahora son los mejores del mundo.

  3. O sea, que por huevos (huy, un micromachismo!) entre los primeros 50 mejores restaurantes tienen que estar por lo menos el 50% regentados por mujeres para no resultar machistas. Los consumidores que opinan ahí, no pintan nada. NO TENÉIS NI ZORRA (huy, otro micromachismo) IDEA DE LO QUE SIGNIFICA LA PALABRA MACHISMO.

  4. >y señala la vergonzosa falta de diversidad entre los premiados.

    ¿Que significa falta de diversidad entre los premiados? ¿Que como el primero no es una mujer, o no es caucáisco, ya no es lo suficientemente diverso?

    >De entrada, la existencia de un premio a la mejor cocinera
    >es un tema que para la inmensa mayoría resulta lamentable.
    >¿Acaso las mujeres juegan en otra liga como para necesitar
    >una especie de premio de consolación?

    Obviamente no. Pero si resulta que no quedan en primer lugar, mal. Resulta que si no habilitas categorías para que otras personas queden en primer lugar además del mejor, mal. ¿Qué habria que hacer entonces?

    >¿Qué sentido tiene elegir a Clare Smyth como mejor cocinera
    >del mundo si luego su restaurante no está entre los 100 primeros?

    Es fácil. Puedes ser la mejor persona que trabaje en tu empresa. Puedes ser incluso la mejor persona de todo tu país. Pero una empresa no la hace una persona. Por lo tanto, se puede ser el mejor en algo, y aun así, estar en un equipo de segunda, sea por el motivo que sea.

    La excelencia de una persona al cocinar no es lo unico que se valora en un restaurante, mientras que seguramente por eso, se hayan valorado los platos concretos de los chefs para llegar a la otra decisión.

    Por lo demás, el articulo de opinión es claramente racista, además de no proponer soluciones a ninguna de las quejas, que al final, incluso sin justificación adecuada, se acaban quedando en una pataleta sin más.

    Recomiendo al autor viajar, y que se de cuenta de hasta que punto tiene fama la cocina francesa, o incluso la italiana. Hay paises donde la idolatran, hasta un punto enfermizo, aunque nosotros sepamos, por proximidad geografica, que tampoco es para tanto en comparacion, sin querer restarle con ello la calidad o la importancia que merecen.

    Un saludo,

  5. Que obsesión tiene este medio con el machismo. Ahora, decir «la» también es machismo. Iros a fregar platos, enfermos.

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