Ya hay sentencia y, contra todo pronóstico, Vorwerk -la empresa detrás del Thermomix– ha ganado la batalla judicial contra Lidl y su Monsieur Cuisine. ¿Por qué contra todo pronóstico? Porque hace ya unos años, la compañía también demandó a Taurus por violar con su robot de cocina alguna de las patentes de Thermomix y perdió.
Pero esta vez el Juzgado Mercantil 5 de Barcelona ha aceptado los argumentos de Vorwerk contra Silvercrest, la marca que fabrica muchos de los populares electrodomésticos que se comercializan en la cadena de supermercados Lidl.
La capacidad del Thermomix de mezclar y pesar de forma simultánea es el detalle alrededor del que ha girado el caso. Una patente registrada por Vorwerk y que desde Lidl se pedía que fuera revocada por no tratarse de una función técnicamente compleja. Algo que, por lo visto, el juez no ha considerado así, y ha hecho valer los derechos de Thermomix.
A la espera de ver si hay apelación posible o si Silvercrest opta por rediseñar su aparato para que este detalle no suponga un conflicto legal, de momento la sentencia marca la retirada de la venta de este popular producto, así como de toda la publicidad y comunicación relacionada.
No hay que perder de vista que se trata de uno de los productos estrella de Lidl, que se pone a la venta un par de veces al año y que se suele agotar rápidamente. Habrá que ver si la sentencia anima el mercado de segunda mano de un modelo cuyo precio es uno de sus principales alicientes en comparación con el Thermomix.
No es la primera vez, por cierto, que el Monsieur Cuisine salta a los titulares por una noticia no especialmente buena. En 2019 se organizó un escándalo considerable al encontrarse en el interior de este robot de cocina un micrófono que hizo saltar todas las alarmas sobre el posible espionaje a los usuarios. Algo que ocupó titulares durante unos cuantos días pero de lo que tampoco se ha vuelto a saber más.
En cualquier caso, lo de ahora parece mucho más grave porque no solo amenaza el futuro comercial en España de este aparato, sino que también puede suponer un golpe a las cuentas de la cadena de supermercados, que podría tener que pagar hasta un 10% de los beneficios generados por su venta durante los últimos años. No ha trascendido la cifra, pero cabe suponer que no será pequeña.
¿Pero, realmente es el Monsieur Cuisine una copia del Thermomix, o hay más diferencias de las que a priori parece? De eso escribimos hace unos meses cuando arrancó este caso, así que merece la pena, ya con la sentencia en la mano, repasar las características de ambos. Una pista: los parecidos son más que razonables aunque hay que tener claro que no es eso lo que justifica la decisión legal, sino la citada patente.
De todos modos, algo nos dice que este es solo un capítulo más en esta historia de desamor entre Thermomix y Lidl que bien daría para una novela.