Ya se sabe que los caminos del arte son insondables. Y lo que a unos puede parece una tremenda vulgaridad o una simple estupidez, puede emocionar a decenas de coleccionistas, siempre atentos para señalar la penúltima tendencia en la que merece la pena invertir unos ahorros.
De ahí las caras de sorpresa que en muchos despertará la sugerente idea de aplastar tartas con el culo. Dicho así suena a chiste, pero en realidad es el último proyecto de Bompas & Parr, un estudio de diseño y gastronomía dedicado a crear experiencias con texturas y sabores, y famosos, entre otras cosas, por crear un menú degustación de 200 platos o modelar con gelatina una reproducción a escala de la catedral de Saint Paul de Londres.
Ayudados por el fotógrafo Jo Duck han ideado esta serie, Cake Holes, con la idea, según explican estos originales creadores, de explorar y retratar el curioso mundo del sploshing, que no es otra cosa que combinar sexo y comida. Como en Nueve semanas y media pero con un punto más artístico y moderno.
Tal y como ellos mismos relatan, sus amigos se negaron a prestar el culo para este experimento, pero la convocatoria pública en Instagram resultó ser un éxito. A los participantes se les permitió elegir su postre favorito entre un surtido de pasteles y gelatinas.
El resto del proceso creativo es fácil de imaginar, aunque para quienes no tengan suficiente con las instantáneas también hay un corto de Nathan Ceddia. Todo muy conceptual y con ese punto provocativo que tan bien funciona a la hora de llamar la atención.
No seremos nosotros los que vayamos por ahí juzgando fetichismos artísticos, pero nuestro espíritu de “con la comida se juega, pero no se tira” se escandaliza un poco al ver esas tartas aplastadas. Sólo nos consuela pensar que igual después se las comieron. Aunque igual no son horas para hablar de esas cosas.
Hugo Tognazzi escribió un libro de cocina poco después de rodar «La gran comilona». El libro se llama (la edición argentina) «El glotón». El libro, además de recetas insólitas, incluye múltiples anécdotas desopilantes. Una de las recetas se llama «Tarta Andrea», y se refiere a modo de homenaje, al culo de una tal Andrea que utiliza para preparar su tarta…
Me pego la del oso en la puerta del frigo, que llevo unos días con una ganona…
Como anticonceptivo… también tiene su que.
Es extraordinariamente ridículo que el ser humano haya descubierto que tiene culo hace apenas un par de años.
Sí, es extraordinariamente absurda la cultura que tiene dentro del cerebro el bípedo. Tuvo que ver a un acantante en un escenario de lso llamados dignísimos para escandalizarse viendo mover un culo. Increíble pero cierto. Una cosa que llevamos de siempre y tan cerca y va y resulta un descubrimiento mayor que… qué te digo yo… pues eso, el mayor de la Historia humana. Aparecieron culos moviéndose por todas partes, antes parecía qu eno eran tan inquietos…
Después de verse impactados por su descubrimiento visual llega la visión dignísima de la correcta utilizacióndel culo. Si se hacen cosas distintas a usarlo de posadera oculta ya es otro mundo, otro universo, auqneu se hayan visto miles de veces otros usos dados a tal parte sana del cuerpo.
Yo no sé lo qeu nos pasa, yo no sé en qué se entretiene lamente, yo no sé qué mundo tienen en el cerebro quienes no queiren ver lo que ha existido DESDE SIEMPRE.
¿Censurado el video en Youtube?
¿Eso es porque los de la comunidad de dignos no tienen culo?
La tercera foto no tiene desperdicio, y encima después de quejarán de que la tarta tiene un pelo.
Bueno, un culito de mujer, redondito, limpito, que se sienta encima de una tarta y luego le haces un largo cunnilingus…. pues una delicia, mezclando los sabores femeninos con el dulce.
Habrá que probar.
me hizo recordar un capitulo de «better call saul»