Por Iker Morán
Es posible que no tengas muy claro -nosotros tampoco- cómo demonios se pronuncia, pero a estas alturas seguro que te suena. Es desde hace meses la salsa de moda, lo cual es un concepto un tanto absurdo pero muy real. Su característico bote es ya todo un icono y no hay local modernillo que se precie en el que no descanse sobre sus rústicas mesas de madera. Por cierto, en los supermercados orientales se puede encontrar muy bien de precio. De nada.
Se trata de una salsa original del sudeste asiático, algo picante -no en exceso la que se comercializa por aquí- y elaborada a base de guindilla, vinagre, ajo, azúcar y sal. Su nombre proviene de la ciudad tailandesa de Sri Racha donde supuestamente se inventó.
De todos modos, quienes estén realmente interesados en descubrir todos los pormenores de esta salsa roja y con un sabor bastante adictivo ya tienen plan para este verano: ver el documental que Griffin Hammond le ha dedicado y que ya lleva cosechados unos cuantos premios. «El origen de esta salsa finalmente revelado», promete en plan misterioso.
Por 5 dólares se puede ver y descargar desde Vimeo. Y, de aperitivo -nunca mejor dicho- este pequeño resumen que hace unos días publicaron en The Atlantic. Que aproveche y cuidado con el picante.
Lo siento, pero no me gusta. Demasiado picante gratuito sin ningún tipo de matiz.