
De entre la larga lista de postres sencillos y ricos, la serradura figura en lo más alto de nuestro particular ranking. Y es que basta echar un vistazo a los ingredientes para deducir que este adelgazante postre portugués no puede no estar bueno.
Como inexplicablemente ocurre con muchos otros platos de la gastronomía lusa, la serradura no es demasiado conocida por aquí. De hecho, un rápido paseo por la red permite comprobar que hay más recetas en inglés que en español. Y de paso hemos descubierto que la serradura portuguesa también se conoce como Macau Sawdust Pudding. Por lo visto llegó antes a Macao -antigua colonia portuguesa- que a España. Cosas de vecinos, ya se sabe.
Así que tras movilizar a nuestras fuentes de información a ambos lados del Tajo -seguro que hay mil variantes, pero esta es la que siempre hemos comido, de la zona del Alentejo- ahí va la receta. Por cierto, otro día hablamos de las babas de camello. Otra clásica bomba calórica portuguesa perfecta para mandar a la porra la operación bikini ahora que la primavera está a la vuelta de la esquina.
Ingredientes y preparación
Como ya hemos adelantado, estamos ante un receta muy sofisticada. Sólo al alcance de aquellos chefs que dominen la cocina molecular de vanguardia. Por lo menos.
Para este postre necesitaremos 400 gramos de nata para montar, 200 gramos de leche condensada y galletas de tipo María. Montamos la nata con la correspondiente batidora y sus varillas y añadimos al final la leche condensada. La idea es conseguir una textura lo más suave posible. Ya que el postre no es que sea muy ligero, al menos que de esa sensación.
El toque final -y de hecho lo que da nombre al plato- es decorar con galletas ralladas. Se puede presentar en plan más silvestre como en nuestra foto, aunque lo suyo sería montarlo en una copa intercalando capas de crema con capas de las galletas.
Bom proveito!