El mapa con las comidas más asquerosas de Europa. ¿Cuántas has probado?

La época de vacaciones y viajes siempre se presta a probar nuevos platos y sabores. Y darse cuenta de que lo que a nosotros nos parece de lo más normal puede ser una rareza en otros países y provocar cara de asco o sorpresa.

Y es que los caracoles, las ancas de rana o el conejo, que en España son ingredientes más o menos habituales en muchas zonas, seguro que en Inglaterra no hacen demasiada gracia.

Prejuicios y manías gastronómicos que han servido a Brilliant Maps para elaborar un mapa de lo más curioso con los que se supone son los platos más horribles de los diferentes países europeos.

No es que estén malos -de hecho, seguro que están buenísimos- pero, por lo visto, cosas como la sopa de sangre de cerdo, el pescado fermentado (surströmming), o el tiburón fermentado de Islandia no suenan de entrada demasiado apetecibles.

Mapa elaborado por Yanko Tsvetkov con información del Atlas of Prejudice 2: Chasing Horizons

¿Y cuáles son, según este ranking, los platos más asquerosos de España? Pues uno de lo más esperable (las criadillas) y otro que, por lo visto, sorprende mucho por ahí por su color: el uso de la tinta de los calamares.

No obstante, hay algunos platos asignados a otros países que también se estilan por aquí, como las salchichas hechas con sangre (morcilla, vaya), la sangre frita, la carne de caballo, las citadas ancas de rana que apasionan también a los franceses, o la cabeza de jabalí que en Países Bajos se llama head cheese.

Incluso la sopa de callos, que es uno de los platos más populares de los países bálticos –y que pudimos probar y nos encantó en Sofia-, es prima hermana de nuestros callos. Aquí somos más de comerlos en plato, pero ojo porque en Florencia los sirven en bocadillo y también están deliciosos. Al final, está claro que el cerdo y su casquería unen mucho a Europa más allá de las fronteras.

Por cierto, atención a lo que aparece en esta lista como lo peor de Suiza. Seguro que de eso todos hemos probado alguna vez.

5 COMENTARIOS

  1. Comer fuera de casa en otros países, es aumentar tu propia cultura. La primera vez un plato no puede gustarte pero poco a poco encuentras el plato apetitosa.

    No hay un país con platos de verdad malo, puede ser para tu gusto. Pero no para ellos.

  2. no entiendo que hables de comidas asquerosas y pongas una foto de unos callos, que por cierto están buenísimos, a mi me parece que tu eres un mal periodista (mi opinión personal) pero no hago un mapa con todos los periodistas a los que parece que os han regalado el título, porque eres muy mal periodista muy muy malo, espero que tengas que buscarte la vida en otra profesión, por que para esta no vales

  3. Pues ese rarísimo bocata de callos me lo coía yo en Córdoba de chaval, y también de carne en salsa, así que tan rarito no es. Eso sí, recuerdo que una vez, de visita en Zaragoza, pedí que me pasaran los callos a un boata y se quedaron todos con la boca abierta.

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