¿Se pueden comprar las Estrellas Michelin? En Corea sí

Pase lo que pase esta noche durante la presentación de la nueva edición de la Guía Michelin para España, la polémica está asegurada. Es parte del ritual de cada año y, sin él, el reparto de Estrellas no sería el mismo. Pero una cosa es -esperemos- segura, el nivel de polémica no llegará a lo ocurrido recientemente en Corea del Sur.

Y es que la imagen de la guía roja está pasando por un momento delicado en el país asiático, con acusaciones firmes de que los restaurantes prácticamente pueden comprar las Estrellas. Algo así como lo que ocurre con las críticas pagadas para posicionarse en TripAdvisor pero en versión de lujo.

De entrada, un detalle que posiblemente la mayoría desconoce es que Michelin también realiza guías a medida. Es el caso de Seul, una ciudad que muchos cuestionan que merezca por sí sola una guía pero que la tiene desde hace un par de años.

El motivo es bastante contundente: organizaciones de turismo del país pagan unos 350.000 dólares anuales a Michelin para que la edite. No es ningún secreto pero la verdad es que chirría un poco ante el discurso de neutralidad y profesionalidad que siempre abanderan los responsables de esta guía gastronómica.

¿Significa eso que cualquier lugar dispuesto a pasar por caja podría tener su propia guía independientemente del nivel gastronómico? Eso parece. La siguiente pregunta es obligada: ¿en estas guías de encargo el valor de una, dos o tres Estrellas es equivalente al de otros países donde no hace falta esa intermediación? Si siempre se ha dicho que Michelin enloquece a la hora de repartir Estrellas en Asia, esto es ya la guinda del pastel.

Pero volviendo al asunto más turbio de Corea, un cocinero ha presentado una denuncia formal contra Alain Frémiot, director de la guía para Asia, acusándole de vender las Estrellas.

Por supuesto, no se hacía de forma tan directa, asegura el cocinero, que incluso ha aportado documentos que parecen probar la trampa. El responsable de Michelin ofrecía sus servicios como consultor a los restaurantes con la promesa de conseguir una Estrella a corto plazo gracias a sus consejos, al aviso sobre visitas de inspectores, a compartir, comentar y evaluar las valoraciones… Todo ello por solo -ejem- 40.000 dólares anuales.

Una práctica totalmente contrarias a las normas de Michelin pero que son moneda corriente en Corea, siempre según la denuncia del chef Yoon Yoon-Kwon que, por cierto, ha pedido que su restaurante no vuelva a figurar en la guía.

A la espera de ver cómo evoluciona el caso y la reacción de Michelin, es lógico pensar que lo de Corea podría no ser un caso aislado y que la compra-venta de Estrellas puede ser una práctica más o menos extendida en algunos lugares, tal y como los más críticos con la guía llevan años denunciando.

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