¿Se puede llamar carne a la ‘carne’ vegetal?

Tras liarla con aquello de que una hamburguesa de carne contamina más que tu coche, Heura vuelva a la carga con una de sus polémicas campañas. Y, lo reconocemos, esta aparente guerra entre la industria cárnica y las marcas de la denominada ‘carne vegetal’ está siendo de lo más entretenida.

Si aquellos respondieron buscando nombre para las hamburguesas que no son de carne -ultraprocesado con forma de tortita, les llamaron-, ahora Heura ha plantado en el centro de Madrid un par de carteles de dimensiones considerables con la palabra ‘Carne’.

Según han explicado, la provocación ha surtido efecto y han tenido una reclamación judicial para retirarlo. En su lugar, han hackeado su propia campaña, animando a la gente a que pruebe sus hamburguesas de forma gratuita en un par de locales de la capital y que decidan ellos si se puede o no llamar carne.

“Creemos que el debate sobre el significado de ‘carne’ no debe de ser en los tribunales, sino que la voz debe de ser el consumidor final», ha defendido Bernat Añaños, portavoz de esta compañía que en pocos años se ha convertido en un referente en el mercado de alternativas vegetales a la carne.

«No hay una ley que prohíba usar el término. El debate va más allá del nombre, de la lona, debemos centrarnos en los grandes retos humanitarios, éticos y de sostenibilidad», han defendido desde Heura.

Hablamos de la misma marca que presentó su chorizo vegetal en la antigua plaza de Toros de Barcelona, así que está claro que les encanta el jaleo y juegan muy bien con este tipo de marketing. Así que, evidentemente, lo de la lona provocadora, la reacción legal -dando por bueno su relato- de «parte de la industria cárnica» y la campaña posterior es parte, claro, de algo bien planeado.

Tampoco habría que olvidar que en esta aparente guerra entre productos vegetales y la ganadería de toda la vida, hay decenas de matices que se pierden. Que hay que comer menos carne es evidente. Que no se puede poner en el mismo saco a una macrogranja que a una pequeña producción extensiva es algo que suele quedar al margen de este debate de brocha gorda.

Otro detalle: las grandes empresas de la industria cárnica saben que lo vegetal es un segmento en alza y algunas ya cuentan con sus propias divisiones y marcas dedicadas a este segmento. De hecho, si en algún momento alguno de esos gigantes -o algún fondo de inversión con participación en mil empresas- se hace con Heura, no sería ninguna sorpresa. Es el mercado y, más allá de batallitas y necesarios debates sobre el futuro y la sostenibilidad, estamos hablando de empresas.

Aclarado el siempre importante contexto, la regulación del nombre de estos nuevos productos es una de las batallas de las que se hablará mucho próximamente. En el caso de la leche, como es sabido, solo la de almendra puede usar esa denominación y el resto tienen que quedarse con «bebida vegetal».

¿Pero qué pasa con la carne? En algunos países como Francia lo prohiben desde 2018. No solo el concepto de carne, sino cualquier producto relacionado (hamburguesa, chorizo…). La legislación europea deja vía libre a que cada país regule el uso. En España, aunque no está expresamente prohibido, lo cierto es que solo se reconoce el derecho a usar estos términos a los productos cárnicos. Algo que, dependiendo de la interpretación, puede ser considerado un vacío legal o un motivo de muchos futuros juicios.

¿Pero que más da cómo se llame? El argumento suele ser evitar confundir al consumidor, lo que, no nos engañemos, en este caso es un poco absurdo porque cuesta imaginar que nadie vaya a comprar un chorizo o pollo vegetal sin saber lo que está comprando. Tampoco el caso inverso: ¿alguien conoce a alguien que haya comprado una hamburguesa de proteína vegetal pensando que era de solomillo de cerdo? Pues eso.

De todos modos, teniendo en cuenta que por aquí se sigue llamando buey a lo que no lo es, lo de las supuestas hamburguesas de Kobe es un cachondeo, nos cuelan volandeiras por zamburiñas, y todavía está pendiente que se aplique en serio la legislación sobre el pan, tiene gracia que justo haya que ponerse firmes con un sector que, guste o no, confunde poco a los compradores.

3 COMENTARIOS

  1. Hay demasiados intereses en el mundo cárnico especialmente en países con grandes explotaciones.
    Porque da lo mismo llamar carne o proteína vegetal.
    Entonces tendremos que eliminar del diccionario popular las definiciones de carne o leche de otros productos que no lo son como indica María. Para llorar, la verdad.

  2. Claro que puede haber carne vegetal, tan sencillo como recordar que hay CARNE DE MEMBRILLO o CARNE DE BERENJENA, o que a la parte pulposa de la fruta también se le llama CARNE. No veo la necesidad de montar tanto drama, a no ser que os ponga nerviosos ver que por suerte cada vez más gente se da cuenta de la mierda que come o de que lo mismo no es correcto ir por la vida asesinando animales, porque esto ya es un puto holocausto, guste o no cómo suena la palabra, pero es lo que es.
    Ah, y también se acepta la denominación de LECHE DE COCO, sí sí, la que viene en latita y que se usa para hacer un curry del carajo, por si alguna vez queréis probar y ver más allá del filete empanado…
    En fin…Demos gracias a que el perrito caliente no es un perro, el brazo de gitano no se lo han amputado a nadie, o el queso tetilla no es un pecho cortado… imagino. XD

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