Robin Food y el efecto Arguiñano

Por Marta Tañà

La nueva temporada televisiva, que ya lleva unas semanas en marcha, nos ha traído al carismático David de Jorge -o sea Robin Food- a la gran «cadena amiga». Telecinco ha apostado por este vasco para rellenar el espacio entre los altos debates filosóficos de Mujeres y hombres y lo que sea y los impecables y nada escabrosos Informativos Telecinco (léase con voz grave y afectada). Un espacio de lujo, evitando la competencia directa con la bestia de Arguiñano en la cadena rival pero con todos los medios para intentar arrebatarle el trono de “estrella cocinera”.

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«Robin Food: Atracón a mano armada» ya existía en ETB. Aquí, en La Gulateca, se ha hablado (bastante) de él. Por tanto, poco más vamos a descubrir a los seguidores más fieles de este nuestro blog sobre cómo es el programa y su estrella.

Es verdad que ha cambiado el lema -“Viva Prusia”, para que no se diga- pero continúa con garrote, pureza, guarrindongadas, el estilo particular de Robin Food y la participación de su inseparable -y productor del programa- Martín Berasategi. Han cambiado también los medios: plató grande, luminoso y mil cámaras -como nos contaba el mismo de Jorge en el primer programa- para captarlo todo. Que se note que en Mediaset tienen posibles.

Los fans superfans del programa -y en este blog se encuentra uno- no van a encontrar muchas diferencias, tan solo un pequeño cambio en el botón del mando o la web donde descargarlo. Pero este estreno me ha hecho reflexionar sobre cómo tratamos los programas de recetas -no los grandes shows culinarios- en España. No en vano me he pasado los nada calurosos meses de verano vegetando en el sofá y tragándome uno tras otro programas de cocina, especialmente de un canal de pago. Programas de 25 minutos con un cocinero, sus cuatro cacharros de cocina, un fuego y un montón de ingredientes para sacar un plato que cualquiera sea capaz de hacer y cuyo resultado haga salivar al público (o no).

¿Qué me fascina de estos programas? ¿Qué hace que me quede enganchada en bucle eterno viendo como otros cocinan? A priori engancha el hecho de aprender, descubrir recetas, combinaciones o trucos. Pero la mayoría de estos programas, como los blogs, recetarios, etc. acaban siendo repetitivos.

Lo que de verdad me engancha es la plasticidad de la cocina, la estética. Ver ingredientes, cocciones, transformaciones, las mismas que vemos cada día en la cocina pero a través de una cámara. La cocina es tremendamente sensual, la forma en que muchos cocineros tocan la comida, la muestran, la cortan, la tratan, tiene algo de pornográfico. Esos primeros planos de la carne asándose, la cebolla pochada, el aceite calentándose, un poco de miel chorreando… La tele te da la imagen y la imaginación hace el resto: aromas, sabores, evocaciones varias.

Pero en cuanto me encuentro un «Atracón a mano armada» -y lo mismo vale para Samantha, Julius y muchos otros- se interpone el cocinero a mi particular placer televisivo. Sí, el que se supone que debe engancharme, me cansa.

Me cansa por lo que llamo efecto Arguiñano o también efecto retransmisión deportiva: el cocinero cachondo, humorista, cantarín, debe llenar todos los tiempos muertos de unas recetas que se cocinan prácticamente a tiempo real. Todo realizado con mucho plano general, en movimiento pero general. Por eso el protagonismo recae en la persona que cocina y no en lo que cocina.

¿Qué he visto que no fuera así? Programas, en general anglosajones, editados, con recetas que no duran más de 6-7 minutos, con muchos primeros planos, mucho detalle y una estética muy cuidada. Como ejemplo, la mayoría utilizan fuego de gas que tiene algo más de verdad visto por la tele que la vitrocerámica. Mucho ritmo, muchos planos de la comida y también grandes estrellas como todo un Gordon Ramsay, pero que habla prácticamente solo de comida. Aunque tengan un gran peso, equilibran el protagonismo con lo que están haciendo.

A pesar de lo dicho, reconozco la gran capacidad comunicativa, didáctica y el magnetismo que tienen figuras como Robin Food y Arguiñano. Otra cosa es cuando aplicamos este rol a otros cocineros. Ahí es donde, quizá, otro planteamiento de la receta en televisión jugaría a favor del cocinero, del programa y del espectador.

En todo caso, larga vida a Robin Food en Telecinco. Por cierto, ¿qué os ha parecido a vosotros? ¿Sois más de guarrindongadas o de Arguiñano?

21 COMENTARIOS

  1. Que es una vergüenza como engaña a la gente con sus »ensaladillas adelgazantes»……….Hay que tener un poco mas de cabeza cuando uno se pone delante de una camara dado que lo que dices puede tener mucha repercusion, Cualquier dia le vemos hacer »panceta adelgazante» o alguna chorrada por el estilo.
    No creo que eso lo aprendiese en la escuela de cocina.
    Eso es lo que parece

  2. Me parece basto, marrano, maleducado y no entiendo a que vienen la mayoría de las bobadas que dice. Y tres recetas que le.he visto hacer no me han gustado nada. Eso de» ponle cebolla, pero si.no tienes no pasa nada» No me parece ni medio normal. En fin, otro de Tele cinco que tengo castigado.

  3. A mi personalmenten no me ha gustado, él no me resulta agradable, me parece bastante cargante. Y ha hecho unas recetas los días que lo he visto bastante poco aplicables, en mi opinión, salvo para algún fin de semana con tiempo por delante en la cocina.

  4. Es lamentable que a la hora que se emite la cantidad de palabrotas que salen de su boca. Sencillamente vergonzoso. ¿A eso se le llama programa de cocina?. Un cero como cocinero y otro como humorista.

  5. Antes de nada un detalle, está cocinando bajo el restaurante de Martin y lo hacia ya en ETB. Lo sigo desde mas de dos años por Internet y es un cocinero del siglo XXI que trabaja con ingredientes que todos tenemos en la nevera. Su manera de elaborar, sin cortes en las partes más difíciles de las recetas, lo convierten en el mejor maestro de fogones que tenemos en la tele. Y si es un iconoclasta ¿que? se le ve venir y nos alegra todos los días con sus salidas de tono. Desde este comentario invito a cualquiera que haga una receta de las que tiene colgadas por Internet y verán como se convierte desde ese día en esa farmacia de guardia que te da la vida en los asuntos del comer. Y como dice él.
    «VIVA EL VICIO Y EL FORNICIO»

  6. Yo lo he seguido algunas veces en ETB. Al principio sí que impacta con su lenguaje a menudo soez, sus formas y sus guarrindongadas (y eso que en T5 no mete el dedo en las cazuelas como hacía al principio), pero forma parte del show y te acostumbras. Lo fundamental es que te hece pasar un buen rato y aprendes alguna cosa que otra. Le deseo buena suerte.

  7. Maia COMO QUE NO METE EL DEDO, hoy mismo dos veces, una primera en la turmis, otra en la espatula que iba al lavadero, y una final antes de tapar el bol con el film, y encima el dedo rechupado, perdone usted pero ese tipo es un guarro en todo su orondo contexto, vamos un guarro al cubo.

  8. De donde han sacado a este tipo ni es cocinero ni nada es un guarro y mal educado .
    Si tiene algun restaurante me gustaria saber cual es para no ir, porque si hace esas guarrerias delante de las camaras que hara cuando no le ve nadie.

  9. Claro, es un guarro, claro que si, dice palabrotas en horario infantil, por supuesto que mete el dedo en la olla o en la p… donde «encarte»…
    Es que los demás somos académicos, superlimpios, que nunca decimos palabras malsonantes, y somos mucho mas educados y divertidos (léase estas dos últimas líneas con socarroneria y un sarcasmo extremo)…
    Vaya panda de gilipollas… Nadie lo ve, pero resulta que sí, que se ve su programa, y que incluso, desde que se emitía en la ETB… Hipócritas al poder… Ahhh nooo, que ya están…

  10. Yo he visto de ese programa lo justo para verificar que lo dicho por aqui es cierto.
    Desde que terminan la salsa en la turmis hasta que tapa el bol con el film. Cuanto es cinco minutos?.
    No creo que vuelva a ver más
    Y sí, he confirmado que ese tipo es un guarro, las chorradas que dice y las palabrotas me la suda. Pero lo otro no.
    Como dicen, si tiene un restaurante que digan cual es para que le deje la comida rechupeteada a Nanosky.

  11. hoy ya fue la repanoche neter el dedo 5 veces en el mismo sitio sin lavar desluego espero que los demas cocineros no sean asi si no que asco ir a comer aun restaurante y si alguien me dice donde trabaja se lo agradezco para no pisar por alli vaya tio mas cerdo y las bromitas que sepa que no hacen ninguna gracia sera muy buen cocinero pero en igiene ninguna y no solo es serlo sino parecerlo.

  12. Pues a mí me encanta. Es un tío superculto (siempre hace referencias literarias), Martín Berasategui sabe que es un cocinero de los mejores (ha ganado premios importantes) y tiene un discurso propio y personal. Para mí es el sustituto de Arguiñano. Ya sabemos cómo es este país: nos gusta «zurrar» a la gente. Pero cuando se consolide, entonces todos hablarán bien de él… también los que ahora lo critican. Recomiendo el documental sobre su vida que hizo la ETB: «el peso y el espejo». Da hondura a su persona. Mucha fuerza a David y paciencia a Mediaset! Este hombre puede y llegará lejos. Ya ha hecho mucho a nivel regional y ahora le toca hacerlo a nivel nacional.

  13. A mi me gusta como cocinero,cocina muy bien pero es verdad que hace y dice algunas cosas feas,sólo que hay que conocerle es otra forma distinta a cualquier otro cocinero .Es un tipo llano,sincero,ja torra,simpático…..en fin es el así.pero creo que no es para echarle por tierra y ni descalificarle nada más conocerle.Pido un voto de confianza para David.

  14. A mi me gusta, lo sigo desde ETB por internet, al principio en la cadena vasca era mas didactico, mas que recetas enseña a cocinar. Me parece bien al que no le guste, pero lo que me suena dantesco es que se le diga de todo por cuatro tonterias de forma, no creo que sea nada del otro jueves que meta el dedo en la olla, y lo del lenguaje si que puede no ser correcto si hay niños viendolo, pero me parece mucho peor que a los niños a continuacion se les ponga el telediario con una sucesion de planos de muertes escabrosas y tras esto una sobremesa de programas de porteras de medio pelo que a lo emjor no dicen palabras malsonantes, pero ensalzan un modus vivendi repulsivo, y eso si está totalmente admitido en horario infantil, ¿no?

  15. No entiendo q hayan personas que vean esta clase de programas.cocinero??se pone en duda,mal ed ado,grosero y habra que llamar a chicote si este hombre monta un restaurante. Educacion , saber estar cero, pero si hay que ponerle un diez es en lo guarro que es!!porfavor quitar este programa, es asombrante que una cadena como telecinco tenga un programa asi,y en horario infantil. Penoso!!

  16. Ostras de verdad que me quedo alucinado con lo mojigata que es la gente… Pero creeis que cualquier cocinero del mundo por mas estrellas michelin que tenga, no mete el dedo cuando cocina en su casa???? Pues eso es lo que hace david de jorge. NO esta en la cocina de un restaurante sino cocinando para el y mostrandolo a la gente. Os pensáis que ferran adriá coge unas pinzas esteriles para coger el chorizo de pamplona? Por favor, que panda de finolis.
    Y respecto al lenguaje… David de Jorge se expresa como cocina: desenfadadamente, con toques acidos y picantes, pero que no escandalizarian NI A UNA MONJA DE CLAUSURA. Pero os creeis que un niño se va a escandalizar por escuchar «tanga» o «cachondo?
    De Jorge hace una cocina divertida y desenfadada, te anima los mediodias y sobre todo aligera las asquerosas y morbosas imagenes que vienen despues en el telediario.
    Sacidios un poco el almidón, o si no mucho mejor, coged esa cosita con botones de la mesilla y cambiad el canal. Mira que complicado. Ah! Y no salgais JAMAS a comer fuera de casa, hacedme caso.

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