Desde que en la pandemia nos convencieron de que había que salvar la hostelería, no pasa una semana en la que nos preguntemos si de verdad había que salvar a toda.
Ocurre normalmente cuando leemos los tuits de @SoyCamarero o cuando le ponen el micro delante a algún señor que poco menos que reivindica la explotación laboral como única manera de poder sacar un bar o un restaurante adelante.
La penúltima la protagonizó hace unos días nada menos que el presidente de los hosteleros de España, que recordaba que aquí siempre se ha trabajado media jornada: 12 horas. Luego se dio cuenta de que no estaba en la barra del bar con los Rubiales de turno, y tocó recoger cable, decir que era una broma. El problema es que todo el mundo sabe que la fórmula 20-40-60 no es ningún chiste.
Entre las muchas reacciones, una nos ha llamado la atención. Y nos ha gustado especialmente, porque llega con la firma de una de las grandes cocineras del país, Begoña Rodrigo, y el apoyo de una marca de cerveza.
Sí, no es habitual que una marca plante cara al presidente de la patronal hostelera y se ponga del lado de los derechos de los trabajadores y de los cocineros que los defienden. Así que, de entrada, bien por 1906, la cerveza de Estrella Galicia que ahora es una marca o gama propia y que en su serie Imperfectxs reúne charlas de cocineras y cocineros del país.
Además de cocinar muy bien, Begoña Rodrigo es de esas chefs que caen bien. Lo sabrán de sobra quienes la hayan escuchado cuando pasó por el podcast La Picaeta, por ejemplo.
Nos la encontramos hace poco en Portugal, en Chefs on Fire, y allí estaba, sacando adelante casi un centenar de paellas y negándose educadamente a ir de paseo o a tomar algo porque su equipo estaba allí trabajando. Puede parecer una tontería, pero es un detalle que dice mucho.
Frente a las declaraciones del presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, leemos en la nota de prensa, la chef del restaurante La Salita defiende la necesidad de un cambio en el sector de la restauración, recuerda que en su casa se trabajan 40 horas, se ficha, y se respeta el derecho de los trabajadores a tener tiempo libre.
De eso va también su MasterClass en esta serie, donde además de hablar de su cocina, trayectoria y elaborar algunos platos, pone el acento en las personas que conforman el equipo. «Para mí la sostenibilidad conlleva que tu tengas un equipo que trabaja en unas condiciones dignas», defiende Rodrigo.
Es verdad, lo de las 40 horas es un tema legal, no un bonito gesto solidario del empresario. No habría ni tener que decirlo. Pero visto el panorama y el discurso de quienes casi presumen de saltarse la ley porque en hostelería siempre ha sido así -luego son los mismos que se quejan de que nadie quiere trabajar en el sector, claro-, se agradecen estas muestras de sentido común.
Por eso Begoña Rodrigo hace más por el sector que esos lobbys abonados al «lo que pasa es que la gente no quiere trabajar». Entre otras cosas porque nos hace recordar que, aunque los titulares siempre suelen ser para el mismo tipo de discursos, hay otra hostelería. Y, por suerte, es la que tiene más futuro y más que decir.