A la hora de comprar un vino, hay quien lo hace porque le gusta la etiqueta, otros por su Denominación de Origen y otros por si es o no un vino con crianza. Cuando un vino tiene crianza es habitual que se especifique los meses que ha estado en barrica y, a menudo también, que se indique si es barrica de roble francés o americano. ¿Alguna vez os habéis preguntado cuál es la diferencia? Es más, ¿existe realmente una diferencia?
Pues sí, existe. La calidad de una y otra madera es diferente, y de ello dependerá el envejecimiento del vino. Las barricas ayudan a oxigenar el vino y le aportan aromas, de ahí que no sea lo mismo una barrica fabricada con madera procedente de Francia que otra que proceda del Este de Estados Unidos. La estructura de la madera no es la misma, y tampoco lo serán los aromas que éstas transferirán al vino.
Mientras que las barricas de roble americano son más resistentes y porosas, las de roble francés son más blandas, y en su fabricación se desperdicia gran cantidad de madera, razón por la que la diferencia de precio es también un elemento diferenciador. Una barrica de roble francés puede costar alrededor de 800€ frente a los 450€ -aproximadamente- que costaría una de roble americano.
La justificación para la diferencia de precio la encontramos también en la calidad de ambos tipos de madera. Mientras que la de roble americano, al ser más porosa, transfiere fácilmente sus propiedades al vino, ayudando a reducir la astringencia y dureza de algunos vinos, la de roble francés le transmite sus atributos de una forma más pausada y equilibrada, contribuyendo a que el vino sea más elegante.
En cuanto a los aromas, el roble americano acostumbra a aportar mayor cantidad de aromas, incluyendo café, humo, tabaco o cacao, además de notas tropicales y exóticas como el coco. Los aromas del roble francés son, de nuevo, más suaves y delicados: vainilla, miel, frutos secos o especias. Su influencia, más equilibrada y distinguida, es lo que favorece que sean las barricas escogidas para el envejecimiento de vinos de gama superior.
En cualquier caso, el tipo de barrica se escogerá en función del vino que se quiera elaborar y del carácter que se le quiera dar. Lo importante al final es que el vino pase en ella el tiempo justo para que la madera no acabe con los aromas propios del vino y éste alcance sus mejores niveles de calidad y complejidad.
Me temo que el articulo no es muy acertado. Le hablo como ingeniero forestal y con familia en la empresa del vino. Se compra roble americano porque los precios del roble frances son desorbitados. La madera del roble frances es mucho mejor, de un crecimiento más lento y aporta más y mejores aromas que el roble americano. La escasez de madera en Francia hace también subir los precios.
Un saludo.
da igual la barrica que sea de roble frances o americano lo que es seguro que al final se acaba con cirrosis o empotrando el coche contra el primero que pase. El alcohol sea en formato tetrabrik o pijolis barrica americano o frances deberia estar tan perseguido como el tabaco.