Puntos blancos en las anchoas en conserva: ¿Por qué aparecen? ¿Se pueden comer?

Pocos aperitivos más sencillos y ricos que un octavillo de anchoas -así se llama la lata de este pescado en conserva-, un poco de pan y listo. O, mejor, un doble octavillo, que la pequeña siempre sabe a poco.

Tienes todo listo, incluso un vino preparado para acompañar, abres la lata y unas pequeñas bolitas blancas sobre las anchoas hacen saltar las alarmas. ¡Pero si es una conserva, no se puede haber puesto mala!

Ojo, porque en realidad es una semiconserva, de ahí que sea necesario guardarla en frío a diferencia de otras conservas vegetales o de pescado que no lo necesitan. Tenías la lata de anchoas guardada en la nevera, ¿verdad?

La foto es terriblemente mala, pero se aprecian bien esas bolitas blancas bajo el papel protector de las anchoas

Observas de cerca los dichosos puntos blancos que amenazan con chafarte el aperitivo, hueles, pruebas un poco el aceite… Todo parece correcto.

¿Se pueden comer?

Buenas noticias, en realidad todo está bien. Estas bolitas blancas se producen sencillamente por la temperatura del aceite, que al estar frío se solidifica creando ese efecto tan poco apetecible a primera vista.

Basta con esperar unos minutos a temperatura ambiente para que vayan desapareciendo

¿Pero se pueden comer? Por supuesto. De hecho, la solución es tan sencilla como esperar unos minutos con las anchoas ya a temperatura ambiente y estas manchas irán desapareciendo. O, mejor dicho, volverán a su estado líquido natural.

De hecho, si sacamos la lata de la nevera un buen rato antes de abrirla, posiblemente no nos la encontraremos. Y la temperatura de consumo será la ideal para poder degustarlas en condiciones.