
Vuelta del trabajo, cena improvisada con algo rico del mercado y te animas a sumar a la lista de la compra una botella de vino para acompañarla. Si son más de las 6 de la tarde y estás en Sevilla, lo sentimos pero no es posible.
¿Alguien se imagina los titulares y la correspondiente polémica si el Gobierno decidiera prohibir que se comprara vino o cualquier otra bebida alcohólica en una tienda o el supermercado a partir de las 6 de la tarde? Que si un recorte de las libertades, que si nos prohiben hasta tomar una copa de vino en casa, que si esto es Corea del Norte…
Que no cunda el pánico ni comiencen las manifestaciones. Ni la prohibición es real ni la idea viene del Gobierno, sino que se trata de una propuesta de la Asociación de Hosteleros de Sevilla.
Algo así como un «si no se puede beber en los bares, que no se pueda beber en ningún sitio», parece ser la reflexión de un gremio que, más allá de todo el respecto y apoyo que merece, de vez en cuanto tiene ideas que no le dejan en muy buen lugar. Sí, como lo de pedir el fin del teletrabajo porque afectaba a las ventas de menús del día.
Según informa Europa Press, ha sido el presidente de los hosteleros sevillanos el que ha puesto esta idea sobre la mesa. Y no como una broma, sino que, por lo visto, hablaba en serio.
No es normal, ha explicado, que los bares tengan que cerrar a las 6 de la tarde y la gente pueda seguir comprando bebidas alcohólicas en el supermercado. Se refiere a los botellones, pensarán algunos.
Nosotros también. Pero no. Según sus propias palabras, esta queja no solo apunta a los chavales, sino también a la gente «de 40 o 50 años que llenan los supermercados comprando lotes de bebidas».
Cuesta entender la lógica de la reflexión hostelera, más allá de ser otra pataleta que sumar a la lista. ¿Insinúa que todo el mundo que compra una botella de lo que sea a las siete y cuarto de la tarde es porque va a montar una rave en su casa o en el parque?
Porque aplicando esa misma lógica, seguro que todos podemos señalar bares y restaurantes que han hecho las cosas bastante mal, y usar eso para no volver a abrir nada hasta otoño de 2021, por ejemplo.
En cualquier caso, si algo está quedando claro durante esta pandemia es que las asociaciones de hosteleros necesitan con cierta urgencia revisar sus políticas de comunicación. O los mensajes que lanzan sus responsables y que suenan regular.
A no ser, claro, que lo que nos quieran decir es que aquí estamos todos para salvar sus negocios. No porque queramos echar una mano y ayudar, sino porque nuestra tarea es consumir. En sus bares, claro. No en nuestra casa.
Cuando solo miras tu propio interés, tus peticiones lo único que provocan es rechazo, así mal.
No es comprensible como los hosteleros quieren evitar que se beba en su propia casa, sino pues se compra antes de las 6 de la tarde y punto, pero habría que intentar hacerles comprender que no es el camino.
Me hace gracia: el otro día, en televisión, un tío dueño de un restaurante se quejaba de que había pasado de facturar 5000 eu el fin de semana a no facturar nada durante tres meses, con el confinamiento. Cualquier currito sabe que tiene que ahorrar algo porque no se sabe cuándo te vas a quedar en la calle. Me pregunto: y los dueños de los bares y restaurantes? Cuando hay vacas gordas (gracias a que los clientes vamos a sus establecimientos) no hay problema, y en vacas flacas les tenemos que sacar las castañas del fuego?? Pues vaya….