Por qué José David no debe abandonar MasterChef, aún

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Parecía imposible cuando vimos el primer capítulo, pero MasterChef se ha convertido en nuestro gastro-divertimento preferido de los martes por la noche.

Tras unos primeros episodios más bien flojetes, MasterChef ha sabido ajustarse sobre la marcha y ha pasado de ser un producto televisivo abocado a un estrepitoso fracaso de audiencia a ser una de las revelaciones de la temporada.

El cambio se ha notado en muchos aspectos. El montaje del programa es ahora mucho más dinámico, lo que hace que no sientas ganas de cambiar de canal en esos «ratos muertos» que vimos en los primeros episodios. Por otro lado, el jurado está mucho más cómodo y muchos hemos celebrado ver la parte más verbenera y cachonda de Pepe Rodríguez en contraposición al Risto Mejide de los fogones que vimos los primeros días.

El programa ha potenciado también la parte de reality de MasterChef, mostrándonos pequeñas píldoras de conflictos personales entre concursantes, detalles de su vida personal o, incluso, utilizando a los familiares para darle un plus emocional al asunto.

Pero si hay algo que nos mantiene enganchados al televisor es la presencia de un villano. Así somos los televidentes, nos gusta que haya algo de carnaza, aunque en este caso sea baja en grasa. De modo que, reconozcámoslo: todo es más divertido si hay un personaje en el que puedas volcar tu ira y, en el caso de MasterChef, ese es José David.

José David, 33 años, valenciano, ingeniero informático y el más arrogante vendehumos de todos los aspirantes a MasterChef. Lo tiene todo: es falsete, prepotente y hasta se permite el lujo de menospreciar a comensales rudos que no saben apreciar sus sofisticados platillos. Lo que vendría siendo, simple y llanamente, un sobrado.

Las cosas como son, el chico tiene capacidades y sobre todo conocimientos, pero no deja de ser el típico cocinillas con un poco de mano que se ha empollado todos los libros de alta cocina del mercado y tiene en su cocina todos los trastos cool habidos y por haber.

¡Ojo! Tiene mucho mérito, hace falta algo más que manuales y trastos para hacer lo que él hace pero falla en lo básico y es que parece que todo lo que prepara José David ya lo hemos visto antes.

Sus platos son resultones, cierto es, tienen una pinta apetitosa y muy sofisticada. No osbtante -por lo que dice el jurado ya que no podemos catarlo- tras esa apariencia no encontramos siempre platos bien cocinados y sabrosos.

Mucho lirili y poco lerele es lo que tiene José David y precisamente por eso, debe continuar en MasterChef. Sí, porque pocas cosas producen más placer en el espectador que ver cómo los platos minimalistas de de José David son arrasados por la cocina de Juan Manuel, algo menos aparente, sí, pero mucho más honesta. O cómo su infinita sabiduría queda eclipsada por la naturalidad y saber hacer de Eva.

Debe continuar porque los martes Mastercheferos no serían lo mismo sin ver su cara de decepción y rabia cuando su plato no es escogido como el mejor o sin los pequeños dardos envenenados que, con mucha elegancia, le lanza el Chef Jordi Cruz.

Tiene que seguir e incluso llegar a la final. Mi parte más malévola desea que se quede a las puertas del podio y oirle despotricar sobre la ignorancia culinaria de la gente mientras se marcha dando un portazo y arrojando el delantal al suelo. Una parte aún más malévola desea secretamente que abra su restaurante y que este tenga que ser salvado por Alberto Chicote en futuras temporadas de Pesadilla en la cocina.

Mi parte más normal se conforma con que, al final, no gane esta edición porque nadie que ingnore un consejo culinario del mismísimo Martín Berasategui merece ser el primer MasterChef español.

6 COMENTARIOS

  1. A mi José David me parece que era el mejor…pero no es pelota….y claro eso con estos jueces tan ególatras y creídos se paga; cuanto siento que se haya marchado porque sus platos eran muy creativos.

    • la cosa mas prepotente y necia que te puedes echar a la cara… como me alegra que se haya pirado

  2. jajaja.rers un pto crack.En casa pensamos igual que tu sobre el inventor de los petalos de tomate y los recuerdos de gazpacho.

  3. Jajaja ¡Muy bueno el post!
    He de reconocer que comparto contigo ese deseo malévolo de ver a Chicote salvándole el culo al «mister espumas». Desde luego, como este señor se convierta en el primer Masterchef España, ¡no vuelvo a ver el programa!

  4. Comparto tu opiniñon sobre este tipo.. pero creo que se debe de ir ya!! no hay quien le aguante!

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