Experiencia es la palabra mágica para vender muchas cosas. Un concepto muy usado también en el mundo de la gastronomía y donde bodegas, restaurantes e incluso productores recurren a ella para diferenciarse del resto.
Y lo de convertir trabajos en experiencias para visitantes es un clásico en este mundillo. ¿Pagar por vendimiar o recoger fruta? Por muy absurdo que suene a muchos, cada vez más empresas ofrecen este tipo de actividades. Y urbanitas con ganas de asomarse al campo -y compartirlo en Instagram, claro- lo compran encantados.
8 euros por recoger tus propias fresas en un campo a las afueras de Madrid. Puedes estar todo el tiempo que quieras y llenar un recipiente de aproximadamente un kilo, explicaba en su Tik Tok una de las clientas de esta finca.
Aunque no se menciona el nombre, las pistas hacen suponer que se trata de Finca Monjarama que, en San Sebastián de los Reyes, ofrece la posibilidad de recoger en temporada tus propias fresas directamente desde la mata. Y pagar por ello y a precio de fresas de las muy buenas. Aunque seguro que lo son, ojo.
https://twitter.com/sugusdpinya/status/1412746128089661444?s=12
Aunque la idea no es nueva y parece tener una aceptación estupenda entre quienes se apuntan a esta jornada de agricultura, no todo el mundo acaba de entender este tipo de experiencias.
Sobre todo cuando son influencers los que hablan de ellas, porque la finca en cuestión ha aparecido en numerosos medios y hasta ahora a nadie parecía indignarle o resultarle absurdo lo del autoservicio de recogida de fresas.
Total, que hace unos días el citado vídeo publicado en Tik Tok se convirtió en motivo de cachondeo en Twitter. Por la idea en sí -pagar por trabajar en el campo- como por el precio de las famosas fresas.
Que, por cierto, han sido premiadas en varias ocasiones y son las preferidas de cocineros de renombre en la ciudad. Por si esas pistas sirven para entender un poco mejor lo que cuestan.
Lo reconocemos: el chiste es tentador. Cachondearse de instagramers e influencers doblando el lomo bajo el sol y pagando por ello, tiene su gracia. A eso nos apuntamos. Pero la verdad es que, sin haber pasado por allí, nos parece una actividad interesante y que puede ser entretenida para ir con niños.
Sí, niños urbanitas que no han pisado mucho campo, pero es que desde el primer momento se plantea como algo muy dirigido a los habitantes de Madrid.
Todo ello no quita para que, como algunos se han ocupado de recordar, esos 8 euros el kilo sean muchísimo más de lo que ganan las temporeras de la fresa en Huelva. Para ellas no es una experiencia, ni una actividad en familia, sino un trabajo duro y mal pagado. Si, más allá del chiste, llevamos el debate a ese terreno -donde esta finca pinta poco, cierto es-, bienvenido sea.
No se de que se ríen algunos, a mí me parece muy barato. Porque en el precio no solo van incluidas las fresas que recogan sino también los destrozos, el pisoteo, plantas arrancadas, etc. que los urbanitas son muy manazas. Y si encima vas con niños eso es como cuando se escapan las cabras y se meten en el sembrao. Yo no los dejaría entrar en mi huerta ni pagando.
Por recoger fresas en el campo la gente normal cobra O sabes de algún supermercado que pague para vender sus mercancías?
Gilipolleces he visto unas cuantas, pero como esta, ninguna. Aunque si están los/las/les/lus influencers por medio, lo comprendo