El idilio de Martín Berasategui con Michelin es de sobra conocido. La guía roja adora al chef vasco y este ha conseguido dar con la fórmula para crear grandes restaurantes, montar cartas que funcionan y dejarlos en manos de jefes de cocina que saben lo que hacen. El resultado es un auténtico imperio gastronómico que no para de crecer -aperturas en Lisboa, Bilbao y Madrid por citar las últimas- y que acumula el mayor número de Estrellas del país.
Y la décima de Berasategui se llama Oria, en el hotel Monument de Barcelona. Un 5 Estrellas Gran Lujo que atesora otras tres Estrellas por Lasarte, también con la firma del cocinero vasco. Una suma de restaurantes estrella que, nos comentan, se da en muy pocos hoteles del mundo.
Pero aunque lo lógico sería pensar en Oria como el hermano pequeño de Lasarte por aspiraciones gastronómicas y también por precio, la propuesta del joven Xabi Goikoetxea, responsable de la cocina, apunta alto con una cocina que sigue la línea de Berasategui -y que ha demostrado funcionar con la precisión de un reloj- pero con guiños a la ciudad donde está y al Mediterráneo.
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La carta huye de giros extraños en su planteamiento, apostando por media docena de entrantes fríos, otros tantos calientes, cuatro carnes y cuatro pescados. Clásico y eficaz.
Pero, sin duda, la estrella del restaurante es su peculiar menú degustación. O, mejor dicho, el menú sorpresa que se confecciona a medida para cada comensal. Con un precio a partir de 50 euros, sólo hay que decir cuánto nos queremos gastar y de cocina irán saliendo los platos que formarán ese menú único que será diferente al de la mesa de al lado o al del próximo día si repetimos.
Una propuesta realmente ingeniosa y una vuelta de tuerca a los menús degustación convencionales y donde, siempre teniendo en cuenta el factor sorpresa y la temporada, nos podemos encontrar con platos tan ricos como un ravioli de rabo de toro con caldo de trufa, una lubina sencillamente perfecta o una deliciosa ensalada de pulpo.
Todo con una presentación muy cuidada de los platos y un servicio a la altura de uno de los mejores hoteles de la ciudad. ¿Se nos va de presupuesto ese menú sorpresa? No pasa nada porque hay una opción incluso más económica para probar la nueva Estrella Michelin de Berasategui: el menú del día. En versión alta cocina claro.
Se trata, más concretamente, de un menú ejecutivo que tiene un precio de 40 euros y que, cada mediodía entre semana, incluye un aperitivo, primero, segundo y postre.
Cocina sin estridencias y de esa que funciona con el toque y la firma de Berasategui y la excelente ejecución de Goikoetxea y que, además, quiere adaptarse a casi todos los bolsillos para que darse el capricho de probar un Estrella Michelin -o la cocina de un chef con 10- sea más sencillo.