Tres Estrellas Michelin, una lista de espera de meses para conseguir mesa, presencia habitual en las pantallas de televisión y titulares de los periódicos… A la vista de estos datos no parece que el chef Dabiz Muñoz -uno de los cocineros más mediáticos del país- y su restaurante madrileño DiverXo anden muy necesitados de promoción.
Tal vez por eso sorprende más el mensaje que el propio Muñoz compartía recientemente en redes, explicando la curiosa petición que acaba de recibir por parte de, al parecer, unas personas dedicadas a recomendar restaurantes a través de Instagram.
Pues así está el patio, que han oído buenas criticas de Diverxo y que les invitemos !!!!! Vaya jungla ésta… pic.twitter.com/pknnELAi6z
— Dabizdiverxo (@Dabizdiverxo) January 25, 2018
«Hemos recibido buenas críticas de vuestro restaurante y queríamos probarlo» -comentan estos animados gourmets. «Habría alguna posibilidad de que nos invitaseis a comer y a cambio os recomendáramos?», le preguntan a Muñoz. El chef, no sólo contestó preguntando si era una broma, sino que también ha publicado la petición a través de su cuenta de Twitter.
Dejando a un lado la dudosa ética de intercambiar comida gratis por una recomendación -¿se recomienda aunque no guste porque es gratis?- parece claro que se trata de un mensaje idéntico enviado a diversos restaurantes de Madrid y en el que, al parecer, no hay distinciones entre locales más modestas y los triestrelllados.
Por supuesto, el tema no ha tardado en extenderse por las redes y en generar todo tipo de chistes a costa de los protagonistas de esta atrevida oferta al responsable de DiverXo. ¿Vuelven los influencers?
No parece el caso, visto que la cuenta detrás de la petición luce unas cifras muy modestas -los miles de seguidores suelen ser el argumento clave en estos casos-, con lo que el hecho resulta todavía más llamativo. No obstante, sí pueden verse una docena de restaurantes (la tarjeta) valorados, aunque no se especifica si mediante el mismo sistema sugerido a Muñoz.
En cualquier caso, este divertido caso llega poco después de la polémica suscitada por un hotel irlandés que, a raíz de la petición de una influencer para dormir gratis, anunció que quedaban vetados en su establecimiento este tipo de perfiles. Una historia que se volvió viral y que el hotel ha rematado con mucho humor, enviando a la Youtuber en cuestión una factura -falsa, claro- de 5 millones de euros por la publicidad que le han hecho.
Jaja jaja, esto nos suena, todos los días en nuestra empresa recibimos estas ofertas. (mándame unas cuantas gafas y las publico en mi Instagram) otros incluso nos piden las gafas más pago por publicación.
Desde luego que esto es una jungla. https://media.giphy.com/media/TI8yz4eu34zDO/giphy.gif
Como bien dijo el dueño del hotel de Dublín que se menciona en la noticia » buscad un puto trabajo de verdad, caraduras! «
Me hace gracia que se hagan llame influencers cuando son unos infelices que no influyen a nadie. Yo estoy suscrito a publicaciones tecnológicas y me influyen? Pues no, me dan su opinión y luego debido yo donde y qué comprar. Tener pre-adolescentes de seguidores no indica absolutamente nada.
Insisto y repito , esto acabará mal. Lo de las redes digo.
Vaya! Cómo está el patio si… Resulta doloroso y humillante cuando quieren aprovecharse de tu esfuerzo y trabajo de gratis… Si no que le pregunten a la docena de chavales que tienes continuamente de stage metiendo 14 horas diarias sin cobrar un pavo. Y me imagino que los que se solidarizan contigo serán honestos empresarios de la hostelería… Nótese la ironía… De momento sigue llenandote los bolsillos con proyectos de publi mientras tu souschef ofrece puestos de mil euros por 14 horas a jornada partida 6dias por semana… Y todavía quieres dar lecciones de ética jaja que puta vergüenza de sector.
Si no tienes experiencia ni una gran formación, siempre puedes ir a una academia a pagar 3.000 euros por un curso avanzado de cocina, si te parece mejor
JO JO JOOOOO !!!!!! «Otra» pandilla de influencers tocando los webs.
Oxe, que yo estaría agradecido de que me invitaran y si me gusta, recomendarlo a mis 200 colegas del face.
Quien sabe: igual alguno de éllos se acerca a menos de 200 km del restaurante.
El problema es que están pululando por internet una pandilla de niñatos, que, inexplicablemente, consiguen miles de seguidores (la mayoría tontos del culo, hay que decirlo como dios manda) y a partir de ahí, se crecen, se hacen los machitos y ya se creen los reyes del mundo.
Y estas actitudes perjudican y destrozan a las personas que comentan y explican las cosas de verdad, sin importarles el número de seguidores y teniendo como finalidad REAL el informar debidamente a sus usuarios/seguidores.
Y si miras por los top comentaristas de Amazon, pues más de lo mismo. Y así…
Y es que a día de hoy, estamos llegando a un punto en las tiendas online y en los comentaristas en que ya no puedes virtualmente distinguir entre lo verdadero y lo falso.
El gran «problema» está en que esa opinión que estás leyendo, si es buena, no sabes si ha sido comprada y si es mala no sabes si hay intención de hacer daño.
Por supuesto que la credibilidad de muchos comentarios deja mucho que desear, pues yo he visto PROFESIONALES de la fotografía poner a parir buenas cámaras (buscan en éllas las mismas prestaciones profesionales y al no encontrarlas, se cabrean) así como a pardillos que no tienen NPI de fotografía y te convierten a una cutre-cámara-barata al nivel DIOS.
Así, pues, hace años que sigo el consejo que un buen amigo me contó: «cuando leas los comentarios, descarta sistemáticamente los de puntuaciones máximas y mínimas y trata de quedarte con las valoraciones intermedias, pues generalmente, éstas, suelen ser las hechas por usuarios reales.»
Es triste cuando descubres a un influencer de estos al que el establecimiento ha mandado a pastar fango e inmediatamente ves a los «seguidores» del influencer PROMOVIENDO EL CORRESPONDIENTE BOICOT RADICAL AL MISMO.
Así que imaginad la situación: supongamos que yo soy ese «influencer» con 50.000 seguidores que están en el quinto pino e incluso en la otra punta del mundo y, me voy a mi tienda habitual de electrodomésticos, elijo la mejor televisión que tengan y le digo al dueño del negocio: mira, si me regalas la tele, yo te prometo hacerle montones de fotos, hablar bien de élla y ponerle un diez a tu establecimiento.
¿Qué es lo que acaba pasando? SORPRESA: El dueño, como es lógico me manda a la mierda, yo lo publico y automáticamente todos mis «seguidoes» empiezan una campaña BRUTAL contra esa tienda. Así, pues, me creen a mí, a pesar de portarme como un auténtico gilipollas, que al dueño de la tienda que ha obrado con el más correcto sentido común. Y ESO ES «UN INFLUENCER» de los modernos.
Sí, así es como un niñato se convierte en influencer.
Por supuesto que no todos son «estafas» como estos niñatos, pues hay buenos blogs y buenas gentes creando contenidos y explicando las cosas de la forma más correcta y agradable.
Nostras tenemos tenemos una tienda online de cosmetica natural desde hace 3 años y hemos recibimos propuestas de estas a menudo. Al principio «colaboramos» con algunas blogueras pero cuando una se atrevió a pedir dinero, además de productos, decidimos cortar el grifo.
Algunas personas viven de recomendar a cambio de algo, yo hacía bisutería y más de una vez recibí notas de chicas pidiéndome cosas gratis a cambio de publicidad, piqué una vez, pero como se dice: una vez y no más Santo Tomás.
Pues yo les daba de comer gratis.
GUINDILLAS
y no les dejaba irse de allí hasta que no se terminaran un plato.
debería estar prohibido que un crítico de cine no pagara por ver una película que va a criticar.
Debería estar prohibido que un blogger no pagara por una comida que va a criticar. (este caso no es exactamente así, porque ya dan la crítica por adelantado), pero este mundo apesta por los cuatro costados.
Los chefs JUEGAN A ESTE JUEGO, ahora no se quejen de que les escriban estas cosas…