Es una gran noticia. No hay debate posible. Regular la publicidad de alimentos poco saludables para menores era una asignatura pendiente y el Ministerio de Consumo por fin ha tenido la valentía de ponerse manos a la obra con este asunto.
El tema es muy sencillo y, en realidad, todo el mundo lo entiende perfectamente: puedes seguir dando de comer a tu retoño lo que te de la gana, simplemente ahora las marcas tendrán unas normas específicas que regularán los mensajes que se pueden lanzar para menores de edad de alimentos poco saludables.
Y entre ellas figura algo tan lógico como prohibir la publicidad de dulces, snacks, bebidas azucaradas, zumos, helados y compañía para menores de 16 años. Los datos sobre el aumento de obesidad infantil son tan evidentes como la nula intención de la industria alimentaria de regularse por sí sola.
https://twitter.com/consumogob/status/1453654801695363074?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1453654801695363074%7Ctwgr%5E%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.20minutos.es%2Fnoticia%2F4871229%2F0%2Fel-gobierno-prohibira-la-publicidad-de-dulces-y-bebidas-caloricas-para-ninos%2F
Así que la regulación de la publicidad no solo es necesaria, sino urgente. Así coinciden en señalarlo los nutricionistas que llevan años reclamando una medida similar.
Pese a todo ello y por surrealista que pueda parecer, hay gente a la que no le parece bien. O eso dicen. El fango político, por supuesto, tampoco tiene miramientos cuando se habla de algo tan serio como la alimentación infantil, y no dudan en utilizar cualquier asunto como arma arrojadiza.
Ocurrió con la carne y la historia se repite con esto. El tema es lo de menos, lo importante es atacar al ministro Garzón aunque para ello haya que defender la supuesta libertad que supone que tu hijo al encender la tele se coma un anuncio de Phoskitos.
https://twitter.com/gominolasdpetro/status/1453731224015360008
Y aquí estamos, a finales de 2021 cuestionando lo obvio, con presidentas autonómicas intentando sacar tajada del asunto y la maquinaria de siempre intentando hacer calar la idea de que el gobierno ahora quiere prohibir los dulces para niños.
Lo peor de todo, y lo más peligroso -ese es el objetivo, claro-, es que al final la mentira acaba calando y más de uno llegará mañana al parque, con su bolsa de Risketos XL para el crío, diciendo que hasta esto nos quieren quitar.
Solo un apunte: ojalá esta regulación llegue también a Youtube, Twitch y demás redes sociales, donde muchos influencers no tienen reparo en vender a menores comida nada saludable. Ese melón también habrá que abrirlo en algún momento.