Seamos claros, cuando le dices a tus conocidos que pasarás el verano en la Costa Blanca, las imágenes que les vienen a la cabeza son: el «skyline» de Benidorm, las hordas de jubilados peleándose por poner la sombrilla en primera línea de mar, los guiris con color carabinero inflándose a cerveza barata, María Jesús y su acordeón y, como no, Belén Esteban.
Todo esto – y mucho más – existe por estas tierras, es verdad. Pero lo que muchos seguramente no saben es que, entre otras bondades, la Costa Blanca en general y la Marina Baixa en particular tiene tesoros gastronómicos escondidos que bien merecen una escapada.
Descubrimos y degustamos algunos de ellos en la II Mostra de productes de la Marina Baixa «Comarqualitat», que se celebró hace unos días en La Vila Joiosa. Aceite, embutidos, fruta, bebidas… Encontramos productos de excelente calidad y, lo que más nos gusta, procedentes de pequeños productores.
Uno de los que más nos llamó la atención fue «Nispra», una cerveza artesana elaborada por la gente de la Cooperativa Agrícola de Altea en colaboración con Cervesera Alcoiana
La peculiaridad de «Nispra» es que – como su propio nombre indica – su ingrediente estrella no es otro que el níspero de Callosa d’en Sarrià. Su elaboración es completamente artesanal – sin filtrado ni proceso de pasteurización – y sus ingredientes son malta de cebada, lúpulo en flor, agua, levadura y el ya mencionado níspero.
Se trata de una cerveza con un 5% de alcohol, cremosa, densa y turbia pero bastante agradable. Si os apetece probarla tenéis dos opciones. La primera es daros una vuelta por Altea y disfrutarla en la terraza de algún restaurante y la segunda pedir una caja en la tienda on-line de la Cooperativa. Encontraréis cajas de 12 botellines de 33cl o 6 botellas de 75cl, ambos packs rondan los 24 euros.