Cuatro enormes chimeneas, 12 cocinas industriales, hasta 500 vehículos de reparto y con mercancías circulando a diario alrededor. Esa es la realidad de las denominadas cocinas fantasma que empiezan a proliferar en muchos barrios de las grandes ciudades para dar servicio principalmente a las plataformas de reparto de comida.
Ya no hace falta un restaurante fijo con su sede, mesas, horario y cocina, ahora las hamburguesas, sushi o burritos que pides desde el móvil pueden salir directamente desde una de estas dark kitchen. Una idea en auge, muy rentable y que no solo redibuja el futuro de la hostelería, sino que también plantea graves problemas para las zonas donde se instalan.
Sobre todo si se hace junto a un colegio. Eso es lo que denuncian los vecinos del barrio de Delicias y las familias del colegio público Miguel de Unamuno, que vieron cómo hace unos meses estas chimeneas aparecían junto al patio donde juegan cada día sus hijos.
Situada en la calle Ferrant 8 de Madrid, la cocina en cuestión tiene todos los permisos. Ese es el problema, que están haciendo algo legal porque a nadie en la administración se la ha pasado por la cabeza que una instalación industrial de este tipo al lado de un colegio y rodeada de viviendas igual no es buena idea.
Contaminación potencialmente peligrosa junto al patio del colegio, olores, aumento del tráfico por los repartidores y la llegada de mercancías…
«Tras la negativa del Ayuntamiento de Madrid de actuar para proteger al alumnado del Colegio Miguel de Unamuno y velar por el bienestar del vecindario, queremos llevar ante los tribunales nuestra causa y así evitar que esta instalación industrial pueda dañar tanto a la comunidad educativa del centro como a las vecinas y vecinos del barrio», denuncia la asociación creada.
En sólo dos días, más de 200 personas ya han colaborado económicamente con nuestra campaña. ¿Nos ayudas a difundir? https://t.co/slPWQ7CQWW pic.twitter.com/gjrbTvn4W1
— Stop Cocinas Fantasma Delicias (@4chimeneas) June 11, 2021
Para ello han organizado una recogida de fondos que permita afrontar los gatos de un proceso judicial contra los responsables de esta cocina fantasma. La propia naturaleza del negocio hace que más allá de la empresa que gestione la instalación en concreto, resulte complicado saber exactamente qué restaurantes, plataformas o cocineros están detrás, lo que en cierto modo complica la presión pública para buscar soluciones.
Después del último episodio en José Calvo nos intentan calmar/comprar con dos pizzas y dos bocadillos. ¿Qué creéis que hemos hecho…? "EXACTO".
Lo celebraremos el día QUE SE MARCHEN. pic.twitter.com/HTwzTgt2cJ— Plataforma Vecinal Afectados Cocinas Fantasma (@NOCOCINASTETUAN) June 10, 2021
No es el primer caso ni, desgraciadamente, parece que vaya a ser el último. Se calcula que solo en Madrid ya están operando o proyectadas 200 cocinas de este tipo. Según denuncia Mas Madrid, la legislación actual sí permite regular el negocio con la ley medioambiental en la mano, aunque desde el ayuntamiento parece que hay más interés en dar concesiones que en abordar un problema creciente.
Cocinas fantasma, terrazas legales/ilegales… Molestias para la gente decente.
Los políticos pagarán en las urnas esta «benevolencia» con algunos. Una cosa es compensar a los que han sufrido duramente las consecuencias del COVID, y otra muy diferente perjudicar a los demás, que, por otra parte, también hemos sufrido las consecuencias del COVID (salud, familia, trabajo…).
Los ayuntamientos siempre se escucharán en la creación de empleo y la generación de riqueza. Les da igual el bienestar y la calidad de vida. No hay nada que hacer .
Y en Barcelona? Entiendo que tres cuartos de lo mismo acabará ocurriendo…