Mesa rica, mesa pobre

PowerHungry-America
Todas las imágenes © Henry Hargreaves / Caitlin Levin

Hay muchas formas de mostrar esa brecha entre clases sociales que siempre ha existido y que, por mucho que algunos se empeñen en negar con datos macroeconómicos, ahí siguen. Y la comida y el acceso a ciertos alimentos es posiblemente donde mejor se aprecian las diferencias que desde hace siglos separan estos dos mundos.

El fotógrafo Henry Hargreaves y la cocinera y estilista Caitlin Levin han decidido abordar este tema mostrando, de forma tan gráfica, las diferencias sociales traducidas al mundo de la comida. El proyecto se llama Power Hungry: a un lado de la mesa lo que comen las élites del país, en el otro extremo los alimentos de las clases menos privilegiadas. La comparación habla por si sola.

Aunque las comparaciones en países como Corea del Norte o en zonas de guerra como Siria sean las más impactantes, sin duda son las mesas de países desarrollados de occidente -el llamado primer mundo- las que deberían hacer reflexionar más sobre este problema. El caso de Estados Unidos -en la imagen superior- ilustra perfectamente esta idea. En ocasiones no es sólo la falta de comida (en 2014 el 14,5% de los hogares tienen problemas en este sentido), sino también el tipo de alimentación (refrescos, productos más procesados, comida rápida…) y la relación entre clase social y obesidad.

PowerHungry-Korea

PowerHungry-Siria
En la imagen superior comparación de la alimentación en Corea del Norte. Sobre esta líneas, Siria.

El proyecto comenzó, explican sus creadores, con un estudio sobre los menús de los dictadores a lo largo de la historia y las diferencias con lo que comía la población. Pero la cosa no quedó ahí porque no tardaron en descubrir que la situación no había cambiado tanto y que, de hecho, a día de hoy la comida, su control y distribución seguía siendo un arma. Y un negocio, claro, nos atrevemos a añadir.

En cualquier caso resulta interesante ver lo que se comía en el Imperio Romano, en el Egipto de los faraones, en la Francia de antes de la revolución. No, no hay esos coloridos cupcakes que se zampaba Maria Antoniette en la película de Soffia Coppola, pero casi.

PowerHungry-Roma

PowerHungry-Francia
Roma (arriba) y Francia antes de la revolución de 1789.

¿Cómo sería la fotografía de una mesa española de hoy? Desgraciadamente, basta echar un vistazo a los datos que hace pocos días se manejaban en torno a la campaña de recogida de alimentos para imaginar el abismo que sigue existiendo -y más tras las consecuencias de la crisis económica- entre las dos partes de la mesa. Hambre y desigualdad que -nunca está de más recodarlo, aunque muchos prefieran hablar de caridad en lugar de justicia- no son consecuencia de algún tipo de casualidad o maldición, sino reflejo directo de decisiones políticas y económicas.

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