Por si los turrones en los supermercados desde hace semanas, la locura de las compras o las calles decoradas no eran una pista suficiente, ahí va otra: vuelve MasterChef Junior, así que quedan oficialmente inauguradas las Navidades de este año. Esta noche se emite el primer programa de la tercera temporada, que estará en pantalla durante las próximas 6 semanas -terminará la noche de Reyes- y nos mostrará el talento culinario de un total de 16 niños con edades entre 8 y 12 años.
La dinámica será la habitual en esta versión infantil del talent show más popular de la televisión, aunque desde TVE prometen, como siempre, muchas sorpresas que llenarán “de magia y sabor” estas fiestas. Seguro que más de uno se ha echado a temblar ante la perspectiva.
Y es que MasterChef Junior es, curiosamente, el programa de cocina más tierno y edulcorado -empalagoso a ratos- de la televisión, pero también el que más polémica suele desatar entre los espectadores que no están del todo convencidos de que la mezcla de menores y televisión sea una gran idea.
Conducido por Eva González, y con Samantha Vallejo-Nágera, Jordi Cruz y Pepe Rodríguez de jurado, tampoco faltarán cocineros y caras conocidas entre los invitados y, por lo visto, unos cuantos disfraces. Eso sí, respiramos aliviados al recordar que el programa ya está grabado con lo que nos ahorraremos el desfile de políticos en campaña. O a Rajoy como jurado improvisado repartiendo collejas -como hacía el otro día en un programa de radio para hacer callar a su retoño– si el plato no ha quedado bien.
Menos tranquilos nos deja la promesa de que los pequeños cocineros “además de vivir una experiencia inolvidable, aprenderán estilos de vida saludables”. ¿Les enseñará Jordi Cruz a hacer pan runner y a tomar complejos vitamínicos para poder aguantar el ritmo del programa?
“MasterChef Junior tiene el ADN completo de una televisión de servicio público. Transmite valores universales, como la superación, el trabajo en equipo, solidaridad y compañerismo; además de difundir la cultura gastronómica”, asegura Francisco Díaz Ujados, director de contenidos y antena de TVE.
Suena bonito, pero después de dos ediciones ya ha quedado bastante claro que el aprendizaje de los niños -suponiendo que los niños tengan que aprender algo delante de una cámara- es lo de menos. Esto es televisión y lo que cuenta es la audiencia. Punto.
Por eso MasterChef Junior no duda en repetir esquemas que, si con mayores pueden no tener gracia, con pequeños chirría más. Esa búsqueda continua de la lagrimilla y la emoción, ese discurso sobre el éxito, o esa apuesta por buscar siempre los perfiles más curiosos y que den más juego en pantalla. ¿Un ejemplo?
Los mismos responsables del programa adelantan algunos: “Tenemos a una niña que le encanta el ganchillo y se come la mitad de lo que cocina; la más pequeña, de 8 años, nos sorprenderá con su potencial; un apasionado de los exfoliantes faciales; un chico que se encomienda a la Virgen de la Macarena a la hora de las catas; dos hermanos que sufren en las valoraciones al temer que continuarán sin el otro…” Vaya, el casting de Gran Hermano pero adaptado a críos de menos de 12 años con delantal.
Bienvenida sea, por supuesto, esa apuesta por difundir la cultura gastronómica entre los más pequeños. Los niños ahora quieren ser cocineros y eso es maravilloso, nos decía Paco Roncero -jurado de Top Chef– al hablar de cocina y televisión. Pero siempre que ponemos la tele y vemos a niños corriendo por la cocina, no podemos evitar preguntarnos si los directivos del canal o la productora de turno mandarían a sus hijos a cocinar, llorar y estresarse ante millones de personas.
En cualquier caso, hoy comienza el show a las 22.15 de la noche. Por cierto, otra gran idea, poner un programa para niños que todavía tienen por delante unas semanas de colegio a estas horas.
Un programa infantil que se emite un martes y termina a la 1 de la madrugada… en fin. This is spain