Por Juán Castromil e Iker Morán
La familia que cocina unida permanece unida. Tampoco es que sea el lema oficial, ni siquiera sus palabras textuales, pero esa parece ser la clave del último libro del popular cocinero vasco. Por algo este recopilatorio con cerca de 300 recetas llega a las librerías con el título de En familia con Karlos Arguiñano.
Pero que nadie se asuste ni empiece a santiguarse, que esta apología familiar de Arguiñano es más gastronómica que episcopal. En realidad, es una filosofía bastante sencilla: convertir la cocina en el centro de la casa y de nuestras vidas.
Cocina y mercado, claro. «Es más importante ir al mercado que al fútbol«, reivindicaba ayer durante la concurrida presentación del libro en Madrid. Un acto que no quisimos perdernos y en el que no defraudó: fiel a su estilo, empezó cantando.
Y es que, antes de que existieran los masterchefs, topchefs y demás realities gastronómicos, Karlos Arguiñano ya había reivindicado un espacio para la cocina -la de verdad- en la televisión. Y allí lleva tantos años que él, con sus chistes, las canciones y algún que otro discurso entre receta y receta, ya se ha convertido en parte de la familia para muchos. Es, como dicen los expertos, una auténtica bestia televisiva capaz de convertir la presentación de su último libro -y mira que tiene libros- en todo un acontecimiento.
Los más de dos centenares de recetas que componen esta obra, y que suponen un repaso a muchos de los platos que elabora frente a las cámaras cada día, ponen el acento en una alimentación sana y variada, tal y como recordó el propio cocinero. » Ir al mercado, comprar alimentos de temporada a buen precio, combinar recetas y sabores y, sobre todo, disfrutar al cocinar cada día«, sugirió.
No hay más truco ni posiblemente mejor dieta, como apuntaba hace unos días nuestro compañero Juan Revenga en su blog sobre nutrición, que animar a la gente a que cocine su propia comida. Pocos remedios pueden ser más eficaces y sencillos contra la obesidad.
Cocinar para nosotros y para los niños. «A la farmacia se va a por aspirinas y tiritas. La comida para niños, del mercado y hecha en casa«, disparó un Arguiñano que parece poco amigo de los potitos y comidas preparadas.
Además -recordó- los más pequeños también tienen que tener un espacio entre las cazuelas: «Que los niños ayuden en la cocina fomenta su educación y une a la familia», señaló, recordando que es precisamente así como pueden descubrir nuevos sabores al probar platos en los que ellos mismos pueden echar una mano. De ahí que muchas de las recetas del libro sean suficientemente sencillas como para que todos los miembros de la familia se pongan el delantal.
En familia con Karlos Arguiñano está editado por Planeta y cuesta unos 23 euros.
Tio listo donde los haya, pero no todos piensan como el.
Clica sobre mi nombre
Se trata de la pasion que cada uno ponga en cada tema… aunque yo eligiria lo primero.