Cuando decimos que hay estudios para absolutamente cualquier tontería que se nos ocurra, no es una simple manera de hablar: los hay. Además, da igual lo alto que esté el listón del surrealismo en cuanto a tema y conclusiones. Solo hay que sentarse a esperar, porque otro estudio de expertos de la universidad desconocida de turno vendrán a superar el récord.
Y aunque reconocemos que lo suyo sería ignorar este tipo de informaciones, hay veces que sencillamente no podemos resistirnos. Y cuando se mezclan Trump y gluten, la combinación es demasiado jugosa como para mirar para otro lado.
¿Qué le pasa ahora a Trump con el gluten? Esta vez, y sin que sirva de precedente, este firma defensor de la comida basura no ha hecho nada. Que bastante tiene con el proceso de impeachment que se ha iniciado y con la guerra de aranceles a la que ahora pretende jugar con Europa.
El caso es que unos investigadores se han hecho una pregunta que, por otra parte, puede tener su interés: ¿existe relación entre la afiliación política y la tendencia a creerse esa mentira tan de moda de que el gluten es malo? Sí, es mentira, por si a estas alturas queda alguien que no sepa que lo de gluten-free solo tiene sentido para personas alérgicas o intolerantes al gluten. Comer sin gluten, en general, no es más sano.
Pues según este curioso estudio y pese a que las izquierdas siempre han sido más dadas a comulgar con ideas nutricionales con escasa o nula validación científica (¿alguien ha dicho transgénicos?), resulta que existe una curiosa relación entre ser votante de Trump y querer que tu hamburguesa, tu pollo frito, tu Coca Cola y, en fin, esa dieta típica de los Make America Great Again sea sin gluten.
Lo explican en Vice con bastante humor a raíz del estudio de los doctores Trey Malone y F. Bailey Norwood a través de 1.000 encuestas online con las que pretenden ahondar en la influencia del contexto social y político en la aversión al gluten.
Aunque, en general, todos los encuestados tienden a creer con mayor o menos intensidad que eliminar el gluten de la dieta puede tener efectos saludables, el dato curioso llega al cruzar esta aversión al gluten con su opinión sobre Trump, porque los seguidores del presidente estadounidense resultan ser más propensos a creer esta tontería.
Aunque el tema dé para muchos chistes y seguro que a más de uno le parezca lógico que dos opiniones sin mucho sentido vayan de la mano, el caso es que no hay ninguna explicación para esta relación. Según los investigadores, puede ser parte de ese descontento generalizado que lo mismo te lleva a votar a Trump que a rechazar la comida moderna, por lo visto vinculada al gluten. Al menos en sus cabezas, claro.
Todo tiene pinta de ser la típica conclusión surrealista de un estudio sin mucho fuste que combina dos datos sin relación. Pero el caso es que ahora necesitamos conocer qué opinan los fans de Trump de la homeopatía.